¿Fisio asqueado?... ¡Bienvenido!

Este post sólo es una llamada de atención para todo lo que está por venir, una puerta de entrada a todos aquellos fisios que no se atreven a reconocer lo asqueados y quemados que están con su trabajo y que lo padecen cada día. La mayoría de vosotros, amigos y compañeros, lo lleváis en silencio. Otros os autoengañais con algún paciente interesante entre un marasmo de lumbalgias y cervicalgias inespecíficas que se agolpan en las puertas de vuestras clínicas y que os desquician. Otros tantos habéis diseñado métodos complejos para evitar tocar mucho al paciente, ya que os produce un cansancio lógico y una quemazón cerebral que os duele en lo cotidiano. Y muchos otros, habéis interpuesto una tupida capa de blindaje protector entre vuestra funesta realidad, os conformáis con el día día y os habéis rendido, pensando que ni vuestra situación, ni la de la fisioterapia va a cambiar nunca. Es, sobretodo, a estos últimos a los que más me gustaría dirigirme.

Parto de la base de que también existen fisioterapeutas felices, pero pocos. Lo son algunos de la primera o segunda generación, sobretodo. Lo son los que han montado su clínica, no tienen más jefes que ellos mismos, disponen tratamientos a su antojo y reciben dinero justo a cambio. Lo son los docentes universitarios, puede que algunos funcionarios, el fisio de Nadal, el del rey, el del Barça...o, lo que es lo mismo, los que son unos privilegiados. Pero la gran masa fisioterapéutica, soldados rasos de la profesión o clase media, somos como el pueblo llano, infelices criaturas que tienen una rutina de trabajo diario (si somos afortunados), poco consistente, estable o no, pero sobretodo...MUY MAL VALORADA. Si has leído hasta aquí y te identificas en este último grupo estás de enhorabuena, porque por fin vamos a explicarte lo que te pasa, aquello que no sabías explicar y ahora lo sabrás. Y lo que te pasa es que...COBRAS MUY POCO DINERO.

Concretamente y de media, cobras seguramente la mitad de lo que deberías. Y es que buena parte de los fisioterapeutas no somos más que unos pobres mileuristas que necesitamos complementar nuestra jornada con pacientes privados, interminables jornadas de trabajo finalizadas en domicilios a los que no nos apetece ir ni un poco, cargando camilla y poniendo kilómetros a nuestras espaldas. Y todo ello sucede porque LOS SUELDOS SON UNA AUTÉNTICA BASURA. A día de hoy, por un contrato de 40 horas semanales, un sueldo digno para la profesión sería de unos 2000€. Si ahora te plantearas, querido fisio, que por el mismo trabajo que haces en tu clínica/residencia/fundación/ hospital/centro de trabajo cobraras entre 2000 o 3000€, ¿te sentirías mejor tratado y valorado? ¿A que irías con otra carita a trabajar? La respuesta ya la sabemos, ahora debes dártela tu mismo.

Siempre me ha sorprendido muchísimo que los fisioterapeutas no se atrevan ni si quiera a hablar sobre esto. Pocas veces he escuchado quejas encendidas, debates o no digamos ya manifestaciones. Parece que después del esfuerzo que supone sacar esta carrera adelante, de la pasta que nos dejamos en cursos para estar actualizados con la formación, de la nota de corte que hemos tenido que sacar en la selectividad, de la tensión vivida en algunos exámenes prácticos...nos hemos convertido en un manso rebaño de corderillos, incapaces de denunciar de una vez nuestra injusta situación laboral, de reconocer de una vez por todas que cobramos poco y mal y de que asumir que lo que menos nos gusta de nuestro trabajo y lo que nos va comiendo poco a poco, día tras día, es precisamente eso: un sueldo cutre que para nada cubre la labor que desempeñamos. Así que, si tú eres también un fisio asqueado de esos, haz correr este mensaje y siéntete en tu casa, aquí no te garantizamos un buen dinero, pero sí algo de consuelo y muchas respuestas.