¡La fisioterapia llega a Groupon !

No nos extraña que existan fisios asqueados con el panorama tan feo que tenemos en la profesión. Con el mercado colapsado y la excesiva oferta de fisioterapeutas en relación a la demanda, como uno de los problemas principales, las nuevas generaciones tratan de abrirse hueco de cualquier manera: sea legal o no, sea de dudosa moral o de terrible falta de compañerismo la forma que elijan, no nos extraña ninguna de ellas. Pensad: habéis sudado la gota gorda para sacar la nota de acceso a la carrera y durante la misma os habéis dejado la piel durante cuatro años para alcanzar la profesión soñada. O habéis hecho un gran esfuerzo económico (vosotros o vuestra familia) para poderos pagar la carísima universidad privada que os brindó la oportunidad que vuestro cráneo no pudo. Y ahora, una vez finalizado ese proceso, ¡no tenéis modo alguno de trabajar! Solución: hago prostitución fisioterapéutica.

No debéis entenderlo en sentido literal. Prostituirse en fisioterapia puede tener muchas variaciones, pero en todos los casos se trata de darle un enfoque absolutamente comercial, destinado a la obtención de dinero fácil a través de la fisioterapia, con nulo rigor científico y utilizando todos los mecanismos necesarios para ello. En ocasiones esto pasa por hacer competencia desleal con los propios compañeros. Es obvio: si verdaderamente hay tantos fisioterapeutas y yo bajo los precios de los masajes, ejem....tratamientos...¡podré tener muchos más clientes, digo...pacientes! ¡Y más rápido! Da igual el rigor, la valoración, el análisis, el número real de sesiones necesarias o los precios recomendados que antaño publicaban y todavía publican en sus webs algunos colegios profesionales. Todo eso me lo paso por el forro y consigo así no sólo tener más pacientes, sino joder de verdad a toda la profesión, demostrando una falta absoluta de respeto y de valoración por lo que hago.

Uno de los últimos casos más flagrantes pasa por lo que sucede en internet. Vale que el uso de la web y el poder del 2.0 nos ofrece un abanico de interesantes herramientas para poder mejorar nuestra calidad asistencial, pero existen ciertos límites, los lógicos del respeto y el sentido común, Nuestro colega Jose María Martí nos ponía el otro día en sobreaviso. Una clínica de la Comunidad Valenciana se ha dejado embaucar por el poderío prostituyente de Groupon y ofrece masajitos al precio que veis en la foto. No entendemos bien la oferta del todo. ¿Tres o cinco sesiones de fisioterapia por 24,95? ¿Por 39,95? ¿Antes costaba 200€? ¿Le han metido una rebaja del 80%? ¿A que se debe esta barbaridad de descuento? ¿A un cierre por liquidación? ¿Que coj**** es esto? ¿Un todo a 100 de la fisioterapia? La sinvergonzonería no tiene límites y nada mejor que escudarse en el presunto anonimato para poder pasarse por la piedra a toda una profesión, sin miramientos ni respeto.

El Ilustre colegio oficial de fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana no parece haber respondido a las quejas habidas, para desesperación de nuestro colega y del colectivo, pues según él mismo decía, el colegio piensa que está bien y es licito. Lo cierto es que la amplia oferta de Groupon sobre cuestiones de salud es casi insultante para cualquiera que defienda mínimamente la honorabilidad sanitaria y el derecho a la salud. Encaminamos la sanidad a entenderla como un negocio, cuando deberíamos defenderla y ensalzarla como un bien fundamental, y prohibir que exista esta basura especulativa. Desde la otra fisioterapia lo decimos alto y claro: ¡ya basta de utilizar la salud como un negocio!

Mucho ánimo.