TENS + Hielo, a tomar por culo!

Estamos intrigados valorando los últimos avances en la ciencia fisioterapéutica, sobre todo los últimos avances en cuanto al tratamiento del dolor se refiere. Y en esto que, explorando los vastos contenidos de las bases de datos de revisiones clínicas, para ofreceros siempre el máximo nivel de evidencia, casi se nos pasa por alto el último grito en tendencia hospitalaria, sobretodo privatizada, en cuanto a fisioterapia analgésica se refiere. Hablamos, como no, de una práctica cada vez más frecuente, moda que corre como la pólvora y se expande cual ébola entre el fisioterpiado interino, suplente o enchufado de toda la nación, no sabemos si también esta epidemia está circunscribiéndose a clínicas privadas u otros estamentos. Hablamos, como no, de lo último de lo último en paliativos. Hablamos del...TENS + HIELO. ¡A tomar por culo!

El TENS. Ese aparato de aspecto rudimentario que, cual pulpo marino, extiende sus eléctricos tentáculos en busca de piel a la que adherirse y analgesizar . Su corriente gustirrinínica produce un sosiego de bienestar a nivel subcutáneo que persigue y logra una disminución del dolor local a esos niveles. Decimos logra, porque estudios muy serios han demostrado que más de media hora de este cacharro a pilas, produce de verdad un efecto analgésico mensurable, convirtiéndose practicamente sólo en el único aparato de electroterapia verdaderamente útil para paliar dolencias musculoesqueléticas. Sólo entonces así se entiende porqué los fisioterapeutas sólo ponemos 10 o 15 minutos máximo de este cacharro. ¿Por qué? Porque NOS LA SUDA. Para un estudio digno de evidencia científica que tenemos, nos lo pasamos por el forro. Sí amigos, queridos pacientes, SOMOS ASÍ.

EL HIELO. El elemento más puro de la naturaleza, en estado sólido. Capaz de transmitir todo su poder crioterápico a través del contacto indirecto, toalla o tela mediante, con la piel. Enemigo acérrimo del TENS, de toda la puta vida, por su mayor efecto sobre la inflamación aguda. Su poder es empírico, más que científico, pues no hay estudio que valga ni sea necesario contra algo que lleva practicándose desde la antigüedad, cuando como todos sabéis, ya existían los frigoríficos y la gente moría de esguince de tobillo al cazar bisontes. Además, como ya hemos dicho, ¿qué más nos da que haya estudios si hacemos lo que nos sale de la punta de...

Err. Perdón.

Entonces, un día, un fisio iluminado pensó: Si junto el poder analgésico del pie, con el poder anti-inflamatorio del hielo, en una terapia combinada conjunta, multiplicaré sus efectos gracias a la propiedad conmutativa de los sumandos fisioterápicos, y me elevaré al olimpo de los dioses de la fisioterapia, junto con Herman Kabat y Mr. Santos. ¡Y lo hizo! TENS+HIELO, a tomar por...

Y este illuminati consiguió el tan ansiado efecto de la analgesia total. ¡Los nervios se colapsaron! ¡Los capilares se pudrieron! ¡Las células entraron en isquemia! No quedó una célula viva, ni posibilidad sensitiva alguna. Y cuando la pierna en gangrena de su paciente, perdió todo rastro de vida, este último se levantó y le dijo...¡MILAGRO! ¡GRACIAS! ¡He dejado de sentir el dolor! Mi pierna ya no siente nada, la terapia combinada de Hielo + TENS, ¡ha funcionado! ¡Eres el mejor fisio del mundo!

Así fue la historia, queridos amigos. Este mesías de lo paliativo, creó entonces una secta, miró a la cara directamente al dolor y le dijo que ya estaba bien. Que había venido para quedarse, para plantar cara a tan desagradable sensación con su terapia combinada . Los fisioterapeutas del mundo, poco a poco, comenzaron a seguir la senda del iluminado, transmitiendo la técnica de generación en generación hasta nuestros días, tal y como la enseñó el viejo maestro:

¿LE DUELE? ¡MARI! - a la auxiliar - ¡PONLE UN POCO DE HIELO Y UN TENS Y A TOMAR POR CULO!

FIN