jueves, 30 de junio de 2022

Fisiosaurios: Una especie en peligro de extinción

La fisioterapia ha existido desde tiempos inmemoriales, siendo la profesión más antigua del mundo después de la que todos sabemos. Podemos contarlo como una parábola, como que Adán pidió a Eva (o viceversa) que le diera un masajito por la contractura que le había causado ver a esa horrible serpiente en el árbol. O podemos contarlo como lo que fue: una profesión que fue evolucionando desde el mayor de los rudimentos cavernarios, la aplicación de ungüentos, remedios y agentes físicos para paliar dolores o recuperar sapiens para la caza, hasta doctorarse en las universidades y realizar todo tipo de publicaciones científicas, 90% de ellas innecesarias y absurdas, porque lo importante es hacer bulto. Sea como fuere, la fisioterapia que hoy conocemos, llena de evidencia científica que suele ser ignorada, invadida por magufos que creen mover tejidos nanométricos como la fascia e intentando, ahora, poner la etiqueta de terapéutica incluso a los bostezos que emitimos en sus webinars, no hubiera existido jamás sin sus protagonistas: los fisioterapeutas. Aquellos seres que un día creyeron ser una profesión diferente y como tal se diferenciaron. Aquellos que dijeron que estaban hartos de untar aceites gratis para la tribu, que ellos necesitaban cobrar un sueldo y dejar de ser falsos autónomos de la sabana. Aquellos que viajaron al espacio para traer reliquias sacratísimas como el baño de remolino, la jaula de Roche y, por supuesto, la misericordiosa ultra divina MAGNETOTERAPIA. Aquellos seres, que hoy, tantos años después, se encuentran en una situación peliaguda, en claro PELIGRO DE EXTINCIÓN y cuya contribución, muchas veces necesaria, la mayoría no tanto, será siempre el legado de nuestra profesión. Va para ellos este pequeño homenaje a nuestros queridos FISIOSAURIOS.

El fósil del emérito, que ilustra esta entrada no es casualidad, sólo alguien como él es testigo privilegiado de la evolución e historia de la fisioterapia en España y habiendo recibido toda clase de tratamientos a lo largo de su vida, sus piernas han sido víctimas y pacientes de cuantas fechorías viejunas y modernas ha tenido esta profesión. Los fisiosaurios que le trataron, son hoy una especie en peligro de extinción y abandonada a su suerte. Aunque algunos colegios de fisioterapia se hayan puesto ahora a intentar reconocerlos, no tanto como un acto de encumbramiento en sí mismo, sino como una maniobra de barrido necesaria (aparten, que ya estorban), su legado aún a día de hoy permanece. Podemos observar claros ejemplos de comportamiento ancestral, heredado genéticamente o no de los fisiosaurios, en jóvenes fisioterapeutas de hoy en día. Las genuflexiones ante el médico rehabilitador, el gusto por poner aparatos que funcionan igual encendidos que apagados, la creencia en criaturas mitológicas y pseudodivinas con poderes mágicos( como Pilat o Still), su inagotable capacidad para hacer 24/7 masajes a todo bicho viviente...Su legado es y puede que sea imborrable en algunos aspectos. Ellos, fundadores de las primeras entidades sociales de la fisioterapia, como la AFE o los Colegios, son ya personas que, mayores en edad o no, se resisten a abandonar la poltrona que un día conquistaron, apolillaron y tanto esplendor dieron. El método científico, basado en la observación y el análisis, nos permite tomar distancia para analizar el ubicuo comportamiento de estas criaturas, muy dadas a la terapia viejuna, la invención monopolística de sus propias terapias, la ocupación regalada de puestos de trabajo que otros matarían por tener o la condescendencia con los alumnos que un día malenseñaron, si es que les apeteció. 

Hemos querido, por tanto, dejar aquí una breve reseña de cuales son algunas de estas especies de fisiosaurio más importantes. Su comportamiento y distinción permite perfectamente identificarles. Disfruten de esta recopilación antes de que sus últimos ejemplares desaparezcan, pues ellos serán, queramos o no, historia fósil de la fisioterapia.

FUMATODÓN: Uno de los primeros fósiles encontrados en las excavaciones, aunque hay por aquí todavía algunos que dicen haberlo visto tratar e incluso algún ejemplar vivo. Este ancestral fisioterapeuta trabajaba fumando, de manera análoga a los antiguos médicos. Una nube de benzopirenos rodea perpetuamente su cuerpo, como una especie de aura. Se lo fuma todo, hasta el trabajo en los descansos. Gusta vestir en camisa de manga corta, pantalón largo y algún tipo de efigie o llavero pende de su bolsillo de pana, culminando la imagen con una bata amarillenta. Ducados, preferentemente, para ahuyentar alumnos. Eso sí, tan sabio como cancerígeno, aunque chulo en los exámenes e inoperativo. Muchos murieron por su escasa estima a su propia salud, causando una gran merma en la especie. Con ejercicio terapéutico ibais a solucionar esto. Algunos ocuparon poltronas universitarias.

ESCAQUEARAPTOR: Pese a que se trata de una especie milenaria y que tiene sus paralelismos evidentes, el escaqueraptor sobrevive a día de hoy en muchos lugares, gracias a su audacia para estar siempre lejos del trabajo, pero en el trabajo. Hay quien dice que no se trata en realidad de una especie, sino de una evolución constante en algunas especies más básicas. La cuestión es que el escaquearraptor es un verdadero especialista en parecer que está, sin estar, en dejar que el trabajo lo hagan otros, en ausentarse de los tratamientos o dejar tirados a los pacientes, a los que solo manda que hagan las cosas ellos. Después el primero en quejarse para poner el cazo. Sin duda el más subrepticio y escurridizo de los fisioterapeutas, su instinto de supervivencia le hace trabajar casi siempre en la pública y enterarse antes que nadie de las vacantes que hay. Existe además una subespecie aún más peligrosa el Escaquearaptor yanivengus eternasbajas. 

DECANUS - REX: Fósil viviente, de escaso número de ejemplares. Siente que fue una persona necesaria que hizo grandes cosas por la profesión y que lo sigue siendo, aunque sus paralelismos con el escaquearaptor son evidentes, pese a que el tiempo y la conveniencia le hicieron de derechas. Le gusta más un cargo que a un tonto un lápiz. Viste en traje siempre. Nadie nunca le ha dicho a la cara lo tonto y lo pesado que es. Casi todos machos. Le gusta presentarse a las elecciones del colegio profesional de su comunidad, aprovechando que casi nadie sabe ni de su existencia, ni para que sirve la institución. Una vez en su guarida, se rodea de Pelotifisiosaurios, actúa de modo despótico contra sus presas (todos los demás fisios) y trata de hacerse fuerte allí para que nadie le desbanque, vendiendo que hace muchas cosas inútiles para la profesión. Algunos ejemplares más peligrosos practican la malversación y el robo a manos llenos del dinero que consiguen de los demás fisioterapeutas. Generan estructuras paralelas de humo para garantizarse un retiro sin trabajar. Extremadamente peligrosos.


OSTEOPASAURIO: Estos fisiosaurios se comportan de un modo estabular y les gusta actuar en rebaño, pastoreando a otros. Creen en una religión ancestral que asegura múltiples estupideces propias de tarados, y son capaces de generar miles de acólitos a través de sus formaciones, a los cuales luego usarán sin escrúpulos para atacar. Actúan en manada y tienen comportamientos alfa y beta propios de regímenes autoritarios antiguos. Se les califica como la última gran secta de la profesión y son muy resistentes a mutaciones o cambios en su propia genética. Creen ser una especie/raza superior dentro de la fisioterapia, sin embargo muchos aceptan a otras subespecies no fisioterapeutas (e intrusas) en sus convivencias y conveniencias. No aceptan que se les lleve la contraria, se alimentan de ácido málico y cada dos por tres tienen deficiencias en el hígado, pero ellos mismos las resuelven. Aunque los antiguos están en peligro de extinción, su secta es numerosa por el momento. 



NEUROPATODUS BOBIJTA: Mayoritariamente hembras, no se sabe por qué los machos a penas sobreviven. Algunas ejemplares alcanzan grandes edades, por lo que se investiga si su modus vivendi les prolonga la vida. Altamente sectarias pero muy desunidas y enfrentadas entre ellas, cada una convive con su pequeña manada y no acepta que los de otras escuelas o corrientes vengan a decirles nada. Uno de sus comportamientos más inexplicables sucede cuando encuentran a un paciente tratado por otra secta y aseguran que "les deshacen su trabajo" y "que mejor no les toquen". Son terriblemente voraces y utilizan metodología mágica, o dolorosa, o incomprensible, o directamente absurda, desfasada en general. Si algún acólito manifiesta haber estado en más de una escuela, recibirá toda la ira de la Neuropatodus y será expulsado. Vengativas y rencorosas, condecoradas y siempre al servicio de sus propios ideales. No saben que es un esguince de tobillo.

FIGURAGNATUS: Necesita figurar en todas partes, aunque no haga nada al respecto. No parece estar en peligro de extinción, pues es omnipresente. Le gusta aparecer en todas las publicaciones, aunque no participe. Su principal objetivo es dejar su nombre perenne, no su legado. Obliga a sus alumnos (que son sus presas inocentes) a incluirle en las publicaciones, haciéndoles firmar "sin presión" documentos ilegales para que le incluyan como último en sus TFMS y Tesis. Vive de un esfuerzo primitivo realizado en una publicación que nadie encuentra y desde entonces su pasión es extorsionar a los demás y hacer llamaditas a otros fisios para posicionarse bien. Que hay un congreso, él lo inaugura. Un paper, sus apellidos están. Una nueva facultad, él la crea. Un nuevo estudio sobre tal...él siempre.  Muy voraz, no conoce la ética ni le interesa.


MAGNETOTERIX VIEJUNUS: El más viejuno entre los fósiles vivientes, es sorprendente que aún a día de hoy sigan quedando ejemplares vivos. Procede de una ancestralidad donde la electroterapia, amén de otra suerte de técnicas ineficientes y caducadas, fue la base de su educación. A pesar de su escaso número de ejemplares, ha conseguido que su obra perdure de un modo incuestionable, pues aún en muchos hospitales y centros de día se encuentran hábitats de electroterapia llenos de ruido y radiaciones, similares a los que pergeñó en su momento. Lleva gafas de protección y a veces guantes, intenta no tocar al paciente y pasa largas horas leyendo cada uno de los programas de tratamiento ficticios que ofrece el aparato de electroterapia en cuestión, como si lo entendiera. Es de los pocos que pone el ultrasonido encendido e incluso cambia sus parámetros. Más radioactivo que Chernóbil, pero no por ello termina de desintegrarse. Por supuesto, la magnetoterapia es su aparato fetiche.


 INMOVILIMUS FISIAE: No quieren salir de su zona de confort, no quieren arriesgar, pues consideran que su especie ya está derrotada por la propia inercia profesional. Han gastado un pastizal en cursos y cursos, cuya ilusión les dura hasta el lunes siguiente en que vuelven a trabajar y se dan cuenta de que no pueden aplicarlos. De hecho no aplican nada, aunque le gusta ilusionarse falsamente. Siempre hacen lo mismo desde que nació, siendo en realidad grandes especialistas en masaje fuerte. Los que viven en sus propias clínicas, de aspecto también viejuno, prefieren dedicarse a la gestión y no tocar. Los que trabajan en lo público se dedican a generar mucho malestar en el entorno joven, debido a la profunda depresión que esta especie padece, pues en su juventud fueron jóvenes intrépidos que se suponía que iban a cambiar la fisioterapia y se han convertido en dinosaurios que sólo cuentan, desesperados, los días que restan para la jubilación, mientras hacen otra muesca en su curriculum añadiendo el último cursito inservible que hayan culminado.


JUBILASAURIO NOFISIOASPECTUS: Simpático, aparentemente majo mientras no le toques los huevos. Es un fisioterapeuta retirado agradecido por no trabajar, pero a la vez está orgulloso de haberlo sido. Por mucho que se gradúe la visión, sigue sin ver que lo que los jóvenes llaman hoy "fisioterapia" no tiene nada que ver con lo que ellos hacían en su época. Por eso no entiende nada, porque además se considera una enfermera, o algo similar. Está empezando a dejar de comprender la noción paciente. Su aspecto físico no denota además ser o haber sido una especie de fisioterapeuta, sin embargo le gusta pasearse de vez en cuando por el colegio profesional, entidad que valora mucho, a ver si cae una medallita o puede dar una opinión caducada en alguna asamblea. Son difíciles de ubicar.


Y bien, tras este repaso podemos decir que estos son algunos de los más importantes, pero no están todos los que son, así que, si el lector cree que falta alguno importante, desde aquí le instamos a que nos lo deje reflejado en los comentarios. Paralelamente ya se observan comportamientos que sugieren futuras amenazas en algunas especies actuales que hoy son mayoritarias pero que podrían verse muy afectadas por la amenaza de la extinción en los próximos años. Algunas de ellas como el: Acreditosaurio, el moderno Maquinoadicto o el Fasciotorus Tensegril, ya empiezan a manifestar claros síntomas de agotamiento. Seguiremos observando para actualizarnos en futuras publicaciones. Sólo nos queda desear que las autoridades de la fisioterapia actúen cual Noé con su barca y conserven, al menos, una pareja reproductora y fértil de cada una de estas especies de fauna protegida, ya que sólo así podremos garantizar la pervivencia de estas especies. Larga vida a los que no sobrevivan a los nuevos tiempos. Os dejamos con el primer congreso mundial de la fisioterapia al que todos asistieron.










 

9 comentarios:

  1. Muy interesante la información de este post!

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  2. Buen artículo, yo también pienso que es muy importante renovarse, seguir investigando en fisioterapia nos hará ofrecer mejores tratamientos.

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    1. En nuestra clínica llevamos la renovación por bandera también, hay técnicas que en el pasado fueron muy efectivas, pero el mundo no para de crecer y los fisioterapeutas debemos crecer con el mundo

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  3. Muy interesante el contenido, como fisioterapeuta también pienso que debemos esta en constante actualización.

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  4. Totalmente de acuerdo, hay que mantenerse al tanto de las actualizaciones del mundo de la fisioterapia y de los nuevos tratamientos, si no estamos acabados.

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  5. No podría tener más razón este artículo

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  6. Me he leído este artículo por recomendación de un compañero del sector y estoy totalmente de acuerdo.

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