domingo, 26 de noviembre de 2017

Fisioterapia viejuna-->La Magneto

- Disculpa, ¿este aparato qué es?
- ¿Este?...la magneto.
- ¡Anda! ¿La magneto? Esto lo vimos en la carrera. ¿Y cómo se pone?
- Se mete la parte del cuerpo a tratar dentro del aro este, que se llama solenoide, se enciende y se pulsa el botón 1, que es el programa 1. Atento al tiempo que lo dejas, que ésta maquina es un poco antigua y no tiene temporizador. No te avisa
- ¿Y el programa 2 no lo pones? ¿Para que sirve?
- No sé, tú pon el 1 y ya está.



Bienvenidos de vuelta a vuestra sección favorita, el episodio más esperado que el próximo capítulo de Juego de Tronos. La saga de la fisioterapia viejuna regresa para ofreceros el más grandilocuente de sus aparatos, en un capítulo éste, que vive en nuestros pensamientos desde que este humilde blog arrancara. ¿Qué día hablaremos de la magneto? ¿Cuándo hablaremos? ¿Diremos todo lo que hay que decir? ¿Alabaremos tanto como es debido a este aparato rey de la inutilidad que ha estado (y estará) presente a lo largo de la historia de la fisioterapia? Veamos.
De todas las máquinas inservibles (o no) de la olvidada sección de la fisioterapia, llamada electroterapia, siempre ha habido una que se lleva la palma. Escondida y necesitando casi una sala entera para ella solita, ha permanecido impasible, tal y como le gusta actuar y es hoy por hoy, una superviviente de hospitales y centros de sociedades médicas, aupándose hasta el número uno en el escalafón de objetos inservibles más interesantes de la historia de la humanidad. No hacen falta ya más estudios (muchos se han intentado). No hacen falta más datos. No hacen falta más vendedores de humo que nos cuenten milongas sobre las bondades de este elemento. Aquí no hay vuelta de hoja. Esto es como la prueba del algodón. El algodón no engaña. La magnetoterapia tampoco. Es el aparato más sincero que ha existido, existe y existirá. La magnetoterapia nos dice la verdad. Lo que sospecháis, lo que pensáis, lo que no habéis sentido. Lo que sabéis. Se acabó la evidencia científica. Se acabó, gracias la lógica más aplastante: la magnetoterapia es una puta mierda increible que nunca jamás ha tenido utilidad alguna.

¿Hay algo más inútil que la magnetoterapia. La respuesta es NO. Para contrastarlo, hemos buscado algunos rivales directos: La homeopatía, el reiki, el programa de Bertín Osborne, los médicos rehabilitadores... Nada. Todo eso sirve al menos para algo. Ejemplo:

- La homeopatía hidrata y sabe dulce. La magnetoterapia no.
- El reiki relaja. La magnetoterapia no y a veces hace ruido.¿?¿?
- El programa de Bertín Osborne puede sonar de fondo para hacer sentir menos sola a una persona mientras está en casa. La magnetoterapia no.
- Los médicos rehabilitadores pueden sostener una familia con su sueldo. La magnetoterapia no.



Ante tanta inutilidad histórica, uno puede preguntarse, ¿cómo entonces hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo es posible que un aparato tan inútil siga teniendo tanto crédito social y profesional? Bueno, no siempre tenemos respuesta para todo. Mariano Rajoy, por ejemplo, es un inútil manifiesto al que votan millones de personas. ¿Sirve para algo Mariano Rajoy? Pues sí, también. Por ejemplo, podría ser un buen donante de órganos. La magnetoterapia no. Quizá desguazando el aparato puedan aprovecharse algunas piezas, la propia camilla que viene incluida....Y ya estamos apurando mucho, porque, no hay quien cojones entienda la cuestión. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Es cara, inservible, ocupa mucho espacio... ¿Cuál es la supuesta utilidad? Bien. Haciendo un análisis pormenorizado de la cuestión diríamos que el médico rehabilitador, que suele ser unos de sus grandes adeptos,la manda para cosas. Cosas, en general. Magneto para el dolor. Magneto para la gota. Magneto para estenosis del canal. Magneto para ¿trastornos del sueño? ¿Trastornos del sueño? ¿De verdad? Sí. Lo pone uno de sus programas. Es decir, detrás de la magneto ha habido un científico, involucrado en su fabricación, que ha descubierto cuantos gauss/cm2 son necesarios para conseguir alterar la frecuencia REM y favorecer un descanso más placentero. Sencillo de creer, difícil de cuestionar. Hay mucha gente en el mundo involucrada en el asunto, grandes pensadores holísticos que dedican 16 horas al día al estudio del par biomagnético y la influencia de los campos gravitacionales sobre las diferentes patologías humanas. Investigan con perros. ¿No lo creéis?



El paciente, por su parte, tiene todo el derecho del mundo a cuestionar ese aparato.
- Perdone, ¿ésto está encendido?
- Pues esta vez sí, ha tenido usted suerte.
- Pero yo no noto nada.
- Claro que está encendido, mire.

El fisio saca sus llaves o un objeto metálico que tiene cerca a propósito, para enseñarle al paciente como vibra a su paso a través del solenoide. Con eso basta, el paciente disipa sus dudas gracias a que de verdad, el aparato está encendido y funciona como cualquier imán, atrayendo ciertos metales. La curación ha comenzado, el efecto del campo de gausses hace renacer al paciente. Se lo había puesto para una fractura, gracias a la magneto se genera más masa ósea, demostradísimo esto por la real universidad de mis cojones morenos. Pero cae como dogma de fe incuestionable. ¿Tú para que pones la magneto? Yo para la regeneración ósea. ¿Y tú? Yo para ganar 20 minutos mientras atiendo a otro paciente.

Nada más. No hay nada más. Ni una firme intención de mover ese aparato de la sala. Los fisios lo abrazan, preguntan por él, los pacientes lo reclaman. A mí lo que me ha curado ha sido la magneto. Nunca, nadie, en la historia de esta profesión, ha reseñado un puñetero resultado fiable que pueda justificar mínimamente su empleo tan masivo para tantas cosas. Pero eso da igual, la magneto está enquistada a la profesión desde tiempos inmemoriables. Aunque ya no hacen aparatos como los de antes, con los botones de 1 y 2 y sin más explicación, ahora son todo máquinas modernas con programas infinitos integrados, que curan hasta la gonorrea. El auxiliar fisio no necesita saber de nada para ponerla. Epincondilalgia, este programa, 20 minutos. Bueno, mejor este que es más largo. No nada, cosas mías, usted relájese que tiene para un rato. El paciente ha venido a vuestra clínica porque tenéis magneto y eso es un hecho impepinable. Otros van a la iglesia porque es la casa del señor.


La fiebre magnética comenzó en los 90, cuando tu cuñao instaló en su casa un "grifo magnético", haciendo atravesar el agua por este poderoso elemento, consiguiendo una ionización positiva de las partículas. Aquellas digestiones eran mejores gracias al agua magnetizada. Y tu sueño era mejor gracias a que colocabas un imán bajo la almohada...¿donde quedó todo aquello? De pronto lo olvidamos, dejamos de creer en las propiedades biocurativas del magnetismo humano, y de paso dejamos de beber agua del grifo de la bañera, que era el único de la casa que tenía la instalación, porque ducharse con agua magnética era más beneficioso que echar un polvo. Pero durante esta etapa del olvido, sólo resucitada momentánea por la nueva fiebre de las pulseras magnéticas o de las powerbalance, la magneto se mantuvo ahí, en la clínica de fisio, imperturbable y bajo el escudo protector de la ciencia infusa. Su incuestionable falta de evidencia nunca fue cuestionada, y nunca lo será, pues otorga al fisio entre 10 y 20 minutos mu ricos para estar con otro paciente o echarse unos candy crushes.

¿Y qué podemos hacer ante este aparato tan todopoderoso? Nada. Absolutamente nada. Replegarse, arrodillarse ante él sin luchar. Postrarse ante su magnificencia, la de haber conseguido aunar el criterio más vacío de las más huecas cabezas no-pensantes de la fisioterapia. ¡Pardiez! Estáis locos en este blog, denostando un aparato tan célebre. Es que...no lo estamos denostando, estamos ensalzando sus virtudes: la de conseguir nada mediante la nada. La magneto es viejuna por concepto, nació de la mentira hacia la mentira, se mantendrá así por más tiempo que muchos presidentes de colegios de fisioterapia. Tiene su poder, tiene su público y tiene su importancia. No organiza formaciones de 5 años, pero es querida gracias a la nostalgia de lo anciano. Ordenar la polaridad de las células no es algo que podamos hacer cada mañana, pero vivir bajo la influencia directa de un campo magnético sí, pues la tierra ya tiene uno per se. Y es ese campo el que polariza la inteligencia perdida de la masa y consigue que, tantos y tantos fisios, pasen de ser la mejor nota de acceso universitario a un sinfín de clones con menor entidad cerebral que Sofía Mazagatos, sin si quiera cuestionarse para qué sirve la magneto. La solución para ellos es muy sencilla, ponerles el programa 2.


El futuro ya está aquí amigos. El magnetismo evoluciona hacia su nuevo timo, estafando a nuevos fisioterapeutas y pacientes una vez más. Esta vez se llama "par biomagnético" y promete quedarse un rato los próximos años. Pero, mientras todo esto sucede, la magneto, la decana de esta sabiduría permanecerá ahí, impasible y viejuna, paciente sabedora de que ella es el jamón ibérico y lo demás, burdas modas pasajeras. Querida magneto, enhorabuena.

¿Volveremos con esta sección? ¿Quién sabe? Quizá nos toque hablar pronto de los TENS de aguja...Puede que tengamos que hablar de las Posturas Osteoarticulares...O si nos da la nostalgia, los mismo regresamos con las camillas de madera no regulables, que por la época las llamaban mesas. Sea como sea, esperad sentados.

6 comentarios:

  1. ¡Qué grandes sois dios mio!
    Algún consejo para cambiar de profesión?

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  2. La magneto es cojonuda. La pone cualquiera, hasta un fisio, pero también puede un auxiliar y así la seguridad social se ahorra unos eurillos en algo útil de verdad y no en un pseudoprofesional que quiere jugar a ser médico

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    1. Totalmente de acuerdo. Yo creo que sirve basicamente para tener al paciente ocupado " atendido " mientras se atiende a ocho o nueve mas. Lo peor es que hay algun medico, incluso de la sanidad publica en Madrid que lo venden como buenisimo . Me llegaron a decir " tenemos un buen servicio de rehabilitacion, tenemos magneto y laser ". Debi haber preguntado ¿ cuantos fisioterapeutas tienen ? ¿ se da terapia manual y ejercicios ? Como me negue la magnetoterapia ( ya habia hecho mas de 50 sesiones y ademas se lo dije ) me dijeron que perdia efecto el tratamiento con el tiempo y me quede sin nada. Ni siquiera figura esto en el informe medico. Por cierto, ultimamente tienen la fea costumbre de poner en los informes ( que ademas les cuesta un mundo darlos ) se dan recomendaciones, o lo mismo añadido ejercicios, te los manden o no y sin indicar las recomendaciones, como si valiese cualquier cosa

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    2. Añado tambien que en mi barrio hay un fisioterapeuta que no tiene un solo aparato en su clinica y lleva seis años con la clinica abierta y con competencia. En 200 o 300 metros a la redonda hay tres o cuatro clinicas mas, algunas que empezaron despues que el y aun asi se mantiene. Prueba de que sin maquinas se puede hacer mucho.
      Por cierto, es una lastima como esta la fisioterapia en la sanidad publica, probablemente lo que la dejen.

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  3. A ti te parecerá que la magnetoterapia es nada y da nada.
    Es muy efectiva aunque la quieras tirar por tierra.
    Un engaño será para ti.
    No se se porque hablas asi.
    Lo mismo digo de las medicinas alternativas y de la homeopatía.
    Hay personas que creen que lo saben todo y no ven más allá de sus narices
    Que cerrados de mente!!
    Yo no me siento timada porque he notado sus resultados.
    Anda que ya te vale.
    Debes de ser un gran estudioso del tema que ha pasado mucho tiempo demostrando que no funciona.
    Debes ser ingeniero, científico, médico, bueno debes ser el sabelotodo que quiere demostrarle a la gente que no funciona.
    Que quieres conseguir con tu esposicion de este tema?





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  4. Tú debes creerte el salvador que quiere abrirle los ojos al mundo de que la magnetoterapia no funciona.

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