Cuando se juntan el hambre con las ganas de comer el resultado solo puede ser algo bueno. ¡Y lo hemos hecho! Hemos invitado a pasarse por la más tortuosa clínica que existe al hombre de las aristas metodológicas más punzantes, flagelo de cien mil pseudociencias, martillo pilón contra los martillos pilones de los cursos de formación sobre mentiras y demás bazofia...una persona tan crítica que nada más nacer, cuestionó a su matrona el procedimiento empleado con él, pues no se ajustaba a los últimos requerimientos de la evidencia científica. Amado por muchos, pero sobre todo, denostado por demasiados, Ruben Fernández Matías no tiene miedo a lobbies, a justicieros de la osteopatía o a todo aquel que trate de anular su discurso bajo el burdo argumento de no haber tocado a un paciente en su vida. Porque precisamente la vida y la ciencia están faltas de Rubenes razonables y cuando nace uno, cada muchos años, una persona crítica que flota en el mar de sumisa aceptación del discursito, las aguas se revuelven y sacan de sus profundos pozos a los peores krákenes de la fisioterapia. No se dejen engañar por su aspecto aniñado errejoniano pues su verbo es feroz, su temor es ninguno y su determinación para acabar de una vez con los farsantes de este arte, es toda.
Esta entrevista fue realizada a Ruben antes de que le quitaran el aval de la Asociación Española de Fisioterapeutas donde formaba parte del subgrupo de razonamiento crítico.