lunes, 28 de noviembre de 2016

Fisioterapia viejuna -> La tracción cervical

Desde los albores de la fisioterapia, el hombre y la mujer fisioterapista quisieron ya expandir sus conocimientos mediante la invención de constante aparatología que les ayudara en sus fines curativos. Fueron muchos los osados que, patentes o no mediante, intentaron dejar su sello para la posteridad, diseñando toda suerte de mecanismos, engranajes y magias robóticas, con el fin de ahorrar/prolongar/incrementar el sufrimiento de sus pacientes en las terapias. Tales visionarios nunca sospecharon que dejarían una profunda impronta en el devenir de la profesión, con herramientas de tal uso y con tan poco cuestionamiento entre sus iguales, que tardarían años en ser retiradas del mercado si es que, algún día llegaran a hacerlo, pues hoy en día podemos aún verlas disputando su lugar, llamándole de tú a la inducción miofascial u otras hechicerías más complejas. Roche fue primero, Antonio di Whirlpool después...y hoy, gracias a que en La Otra Fisioterapia queremos mantenernos siempre al filo de la más ardiente evidencia científica y de la última tecnología, nos permitimos ofreceros este monográfico sobre esta leyenda de la mecanoterapia que vendrá a saciar vuestros apetitos más viejunos y que por fin veréis colmados gracias a la recuperación de esta sección. Sin más preámbulos, pasamos a presentaros a la protagonista del post de hoy....la célebre...la gran...
TRACCIÓN CERVICAL.



miércoles, 23 de noviembre de 2016

Lanzarote: el paraíso para kisioterapeutas

Lanzarote, preciosa isla. Un lugar maravilloso en la tierra. Una fermosura perpetrada por un volcán y un visionario, que supieron encalar de blanco, verde y oscuro magma solidificado, para darle una personalidad única que no deja indiferente al ajeno. Muchacho, chacho, mi niño. O lo amas, o lo odias, pero mejor siempre amarlo porque eso supone valorar su increible riqueza.


Detengamos aquí la guía turística, y hablemos de lo que nos atañe. Hace un año, una noticia pasó sin pena ni gloria. Un centro muy conocido en Arrecife, capital de la isla, impartía sesiones de kisioterapia  a diestro y siniestro. Al parecer un intruso (otro más) había estado ejerciendo la "fisioterapia" sin ser fisioterapeuta, de manera ilegal, por supuesto, y durante muuuuuuchos años. Las siglas R.P.V. le identifican, algo que nos deja intranquilos, pues sí podemos saber el nombre de Bárcenas o el de Francisco Granados, pero no el de este misterioso señor. El centro era harto conocido en la ciudad, mucha gente había pasado por sus célebres manos sanadoras, al fin y al cabo era una especie de mesías de su pueblo, ese que está siempre presente en cada uno de los 8126 municipios del país, donde todo el mundo sabe quienes son este tipo de personas con propiedades curativas e incluso mágicas, a pesar de no tener más titulación que el trazo que deja la grasa de una aceituna en una servilleta de bar. Podemos asegurar por tanto que al menos existen 8126 R.P.V. de estos, muchos de los cuales han sobrevivido y sabido convivir perfectamente con la llegada del auténtico fisio de su pueblo.
- Tú eres fisio y yo kisio, vale? Somos distintos pero compatibles. Respetémonos que hay mucho negosi por estas tierras.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Relatos de fisioterapia -> Monsieur Ricard

Pudo ocurrir en cualquier camilla, de cualquier cabina, de cualquier clínica...pero no ocurrió. Ahora podría contarlo como una de las grandes andanzas, ese mito que se inicia cuando estás en la universidad y piensas en la posibilidad de que eso ocurra, cuando tú seas un profesional y atiendas pacientes. Quizá donde menos esperara que pudiese suceder fue allí, o bien sí, porque Francia se aleja de esos clichés tan marcados como tapados que a nosotros nos dio la vieja fe cristiana. Que sí, que sí, que estoy hablando de lo único.

Porque imagina tú, aquel paisaje idílico en plena montaña francesa, besándole los quesos al Courchevel y donde llovía más días que no. La mayoría de los pacientes que atendíamos eran una especie de masa deforme y apestosa, gorda y churretosa, francesa y pronunciadamente seniles o reumáticos. Ni uno se salvaba, vaya. Las mujeres parecían venir salidas directamente de las piscinas de formol, de algún tipo de investigación antropológica o de casa/museo de los horrores. Los hombres...¡ay los hombres! ¡Que penica! Algunos pretendían caerte simpáticos, otros, directamente siesos que supuraban almizcle como las ratas y, los que más, una panda de viejos salidos asquerosos que estaban encantados de que chicas jóvenes inexpertas, como yo o mis compañeras, les pusiéramos la mano encima, pues aquello debía ser para ellos lo más parecido al sexo en los últimos treinta años de sus vidas. Había días que una no sabía si trabajaba como fisioterapeuta,en una conservera de pescado untando lomos en aceite antes de envasar, o en una especie de puticlub encubierto del cual éramos esclavas.


miércoles, 16 de noviembre de 2016

Las distintas generaciones de fisioterapeutas: Primera hornada de diplomados en fisioterapia

Tras la lucha de aquellos pioneros por establecer las bases de una profesión nacida con el concepto de "ayudante de" un médico, muchos ATS recondujeron sus carreras, cursito de marras mediante, con mucha sabiduría para ser los primeros en una profesión recién nacida que todavía no tenía una base verdaderamente sólida. Sería injusto reflejar que aquellos alumnos aventajados, hoy adinerados, se quedaron quietos disfrutando de su nuevo estatus y bienestar. Al contrario, fue entonces cuando criados todos por una misma madre se juntaron para trabajar por la profesión y lograr por fin su inclusión universitaria como diplomatura independiente. No podemos pasar por alto, el importante papel que desempeñó en esta tarea la Asociación Española de Fisioterapeutas, ese organismo que hoy no sabemos muy bien para que sirve, pero que en aquellos día creó un grupo de trabajo llamado La Carroza ( y no es coña) que se encargó de sentar las bases de la más preciada creación que todos los fisioterapeutas tenemos. Seguramente estemos hablando, todavía a día de hoy, de la titulación que más valor tiene de entre todas las formaciones existentes de fisioterapia, incluidos  posgrados y demás magias que se enseñan a raudales y sin embargo, a una de las que menos valor le damos, pues no hablamos de ella y la ocultamos entre otros títulos extraños como DO Osteopatía o DO Ribera del Duero.... Hablamos de la diplomatura de fisioterapia (grado today) y como estamos tan agradecidos por ello, vamos a ser lo suficientemente generosos como para incluir el logo de la AEF como bonita imagen de presentación de este artículo. Pero sólo por esta vez, no os malacostumbréis.



lunes, 14 de noviembre de 2016

La droga que toman

Hace más de un año que paramos la escritura. ¿Los motivos? Los de siempre en los blogs: falta de tiempo, de tiempo y de tiempo. Porque no se trata de otra cosa. En esta temática no nos faltan ideas sobre las que publicar, fisios flipados a los que dar un poco de cera o asuntos graves que tratar. Pero el tiempo consume nuestras vidas y no nos deja espacio. Y si a la falta de tiempo le añadimos que somos fisioterapeutas, entonces apaga y vámonos, porque es bien sabido que nosotros mismos parecemos autómatas del trabajo, con jornadas maratonianas interminables, donde perdemos la noción del continuo espacio-tiempo y no distinguimos si lo que tenemos delante es un paciente o una masa corpórea indefinida a la que masajear hasta el fin de nuestros días.

Hace poco, releyendo nuestros siempre escocientes escritos, se nos caía una pequeña lagrimilla de nostalgia al pensar que lo que hacíamos merecía algo la pena, aunque sólo fuese para reir durante un rato mientras denunciamos nuestras pequeñas desgracias. Pero no nos engañemos, esta página no debería morir nunca mientras haya reivindicaciones que hacer y la última flagrante injusticia nos pone ahora de nuevo de actualidad para comentar el último reciente escándalo. Como veis, seguimos siendo más amarillos que Pedrerol.


El 29 de octubre de 2016 tuvo lugar el examen de la OPE de Madrid, o lo que es lo mismo las oposiciones para ser fisioterapeuta de la sanidad pública madrileña.