lunes, 28 de noviembre de 2016

Fisioterapia viejuna -> La tracción cervical

Desde los albores de la fisioterapia, el hombre y la mujer fisioterapista quisieron ya expandir sus conocimientos mediante la invención de constante aparatología que les ayudara en sus fines curativos. Fueron muchos los osados que, patentes o no mediante, intentaron dejar su sello para la posteridad, diseñando toda suerte de mecanismos, engranajes y magias robóticas, con el fin de ahorrar/prolongar/incrementar el sufrimiento de sus pacientes en las terapias. Tales visionarios nunca sospecharon que dejarían una profunda impronta en el devenir de la profesión, con herramientas de tal uso y con tan poco cuestionamiento entre sus iguales, que tardarían años en ser retiradas del mercado si es que, algún día llegaran a hacerlo, pues hoy en día podemos aún verlas disputando su lugar, llamándole de tú a la inducción miofascial u otras hechicerías más complejas. Roche fue primero, Antonio di Whirlpool después...y hoy, gracias a que en La Otra Fisioterapia queremos mantenernos siempre al filo de la más ardiente evidencia científica y de la última tecnología, nos permitimos ofreceros este monográfico sobre esta leyenda de la mecanoterapia que vendrá a saciar vuestros apetitos más viejunos y que por fin veréis colmados gracias a la recuperación de esta sección. Sin más preámbulos, pasamos a presentaros a la protagonista del post de hoy....la célebre...la gran...
TRACCIÓN CERVICAL.




Sí amigos. Lo creáis o no, hubo un tiempo en que los trastornos cérvico-craneo-mandibulares eran objeto de intensos estudios empíricos, antes de que fuesen tratados por profesionales más parecidos a peluqueros o camareros de restaurante japonés, que a fisioterapeutas toscos de los de toda la vida. En aquellos días de los que hablamos, daban igual ángulos extraños, evidencias científicas locas o manifestaciones trigeminales sin orden ni concierto. Cualquier dolor, disformidad, halitosis o cervicalgia se trataba como en el común libro de la fisioterapia decimonónica estaba escrito. TRACCIÓN CERVICAL Y A TOMAR POR CULO.

Dicen los sabios y entendidos de este auténtico método global de tratamiento, que su efectividad era altísima y muchas veces testada, antes de que la modernidad la aparcara en el olvido. Grandes fueron los investigadores que trabajaron en el tema...el tema... de poder mantener una cabeza con una tracción de 5 kilos durante más de 20 minutos sin necesitar asistencia médica de urgencia. Cuenta la leyenda, que en una clínica de sociedades médicas de Valladolid, hubo una señora de 77 años, que venía por Sanitas, que aguantó la friolera de 47 minutos 34 segundos con ella puesta, incluidas lateroflexiones y rotaciones que hacía repetidamente para poder hablar con sus otras compañeras de tracción. El fisioterapeuta se limitaba a comprobar que Anselma, que así se llamaba, seguía conversando tranquilamente, para garantizar que sus constantes vitales seguían funcionando correctamente. De hecho, llegó a olvidarse de ella durante el tratamiento y, a la que volvió, la mujer seguía con la misma sonrisa traccionada que durante tantas mañanas le había brindado, con el colgajo a cuestas¡Aquellos si que eran pacientes y no los de ahora!


Y es que entre los investigadores de tan noble y vieja técnica, hubo algunos expertos internacionales que viajaron por todo el mundo para contrastar cual era la efectividad real de esta innovación, pues ya se sabe que sin evidencia, no se avanza a ninguna parte y se convierte uno en un magufo, kisio o algo peor. Un estudio de casos controles demostró entonces la consabida eficiencia del tratamiento, al aseverar que las mujeres que aplicaban el tratamiento durante 30 sesiones de 10 minutos de tracción cervical al día conseguían unos resultados de decoaptación articular espectaculares, superando incluso a las mujeres de la tribu Padaung, famosas por utilizar un tipo de tracción tribal milenaria, consistente en poner anillos sobre el cuello año tras año, sin final posible. Demostraron además, que dichas tracciones no producían fracturas cervicales en la paciente básica del grupo de estudio, como sí podía suceder por contra entre las mujeres de esa etnia, de quienes se suponía el riesgo grave de que esto sucediese al retirar alguno de los anillos. Total, que después de tanto estudio,  la tracción cervical quedó consolidada como una técnica moderna, segura y con proyección de futuro. No obstante, sólo así se pueden explicar los más de 50 años al pie del cañón. ¿Quién más puede decir eso? ¿Pilat?


Hoy en día, ha pasado de ser lo más cool de la profesión a una técnica frontalmente rechazada por los fisios porteras de hoy en día. Pero conviene poner las cosas en su sitio y para ello, terminaremos hablando de las bonanzas con las que esta disciplina puede presumir todavía:
- ¿Uso de las manos del fisio? ¿Para qué? A parte de cansado, no se consigue el mismo nivel de tracción. A su lado, la tracción manual no sirve para nada.
- ¿Riesgos para la vida? Absolutamente ninguno. Testado con más de un millón de señoras ancianas con todo tipo de cervicalgias, artrosis, artralgias, dolores varios, mentón de pueblo y otras patologías clásicas.
- ¿Facilidad de uso? Toda. Bastaba con poner pesas de kilo en kilo para aumentar el efecto deseado de tracción
- ¿Posibles lesiones musculares en trapecio, angular o ECM? Sí, venga. ¿Estamos tontos o qué?
- ¿Utilidad? Está clara. La liberación de todo el paquete vasculonervioso del cuello, el aumento de la movilidad y la fuerza, así como una mejora de la propiocepción. Se habla de casos en los que el paciente ha sentido que no tenía cuello o que estaba sintiendo como se entumecían los pies durante el tratamiento. ¿Hay acaso alguna técnica tan contundente?


En Galicia se conocen incluso casos de señoras que jubilaron a los bueyes de su pueblo cuando después de varias sesiones de tratamiento...
Lo dicho, en La Otra Fisioterapia consideramos que por más que se trate de especular con nuevas técnicas para las cervicales o, incluso, se creen nuevos instrumentos de valoración y tratamiento, ninguno alcanzará la magnificencia conseguida por la mítica tracción cervical. Quién no conoció a Dios, a cualquier santo aclama.

Prometemos volver pronto con esta sección que recordará, siempre como merecen, los grandes hitos de la profesión. Próxima parada: el masaje antiguo.

1 comentario:

  1. Seria interesante saber, si poner un separador en el cuello, sin llegar al extremo de los anillos padug, algo qu pudiera descomprimir las cervicales, para recuperar la fotma de disco, ahi ese metodo. O se ha estudiado?

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