miércoles, 23 de noviembre de 2016

Lanzarote: el paraíso para kisioterapeutas

Lanzarote, preciosa isla. Un lugar maravilloso en la tierra. Una fermosura perpetrada por un volcán y un visionario, que supieron encalar de blanco, verde y oscuro magma solidificado, para darle una personalidad única que no deja indiferente al ajeno. Muchacho, chacho, mi niño. O lo amas, o lo odias, pero mejor siempre amarlo porque eso supone valorar su increible riqueza.


Detengamos aquí la guía turística, y hablemos de lo que nos atañe. Hace un año, una noticia pasó sin pena ni gloria. Un centro muy conocido en Arrecife, capital de la isla, impartía sesiones de kisioterapia  a diestro y siniestro. Al parecer un intruso (otro más) había estado ejerciendo la "fisioterapia" sin ser fisioterapeuta, de manera ilegal, por supuesto, y durante muuuuuuchos años. Las siglas R.P.V. le identifican, algo que nos deja intranquilos, pues sí podemos saber el nombre de Bárcenas o el de Francisco Granados, pero no el de este misterioso señor. El centro era harto conocido en la ciudad, mucha gente había pasado por sus célebres manos sanadoras, al fin y al cabo era una especie de mesías de su pueblo, ese que está siempre presente en cada uno de los 8126 municipios del país, donde todo el mundo sabe quienes son este tipo de personas con propiedades curativas e incluso mágicas, a pesar de no tener más titulación que el trazo que deja la grasa de una aceituna en una servilleta de bar. Podemos asegurar por tanto que al menos existen 8126 R.P.V. de estos, muchos de los cuales han sobrevivido y sabido convivir perfectamente con la llegada del auténtico fisio de su pueblo.
- Tú eres fisio y yo kisio, vale? Somos distintos pero compatibles. Respetémonos que hay mucho negosi por estas tierras.

Se conoce que de algún modo, R.P.V. debió tocarle las narices a alguien importante del Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias, ese que, como bien sabéis, hace tanto esfuerzo por denunciar el intrusismo y no la ridícula cifra de fisioterapeutas que trabajan en el sistema público en las islas. (Uy perdón, nos hemos equivocado de tema, ¡ay que ver!). Como todos los colegios, este también vive obsesionado con el intrusismo, algo que le pica bastante poco al isleño medio, e incluso al fisioterapeuta isleño medio, más preocupado en solucionar la panza burra de una vez por todas. La cuestión es que en todas las islas, en general, pero en Lanzarote en particular, el fenómeno de los kisios cobra una llamativa importancia, pues es vox populi que campan a sus anchas, aplicando tratamientos por doquier, o invadiendo en el peor de los casos, por eso de lo apetecible que es, las playas locales, en busca de un paciente al que masturbar...tratar...err...algo. Ojo que la imagen es real.


Sin que sirva de precedente y puesto que el tema es cierto que preocupa y nos debe ocupar, estamos hablando de intrusismo profesional, sí. Lanzarote es el paraíso de la pulga sanadora, una inspección en la multitud de garitos ambiguos que existen, sacaría a flote la realidad de la isla. En realidad, de algo hay que vivir, en un lugar donde el trabajo flojea (salvo quizá para el turismo) y las condiciones laborales escasean más que los días con mal tiempo. Se entiende por tanto que cualquiera con su título de kisio quiera ganarse unas perras gordas, que allí todos nos conocemos, y todos queremos ayudar al hijo de la Betancuria, o de la Guasimara. La crítica no va tanto hacia los conejeros sino a los propios colegios, pues esto es extensible a cualquier comunidad autónoma. ¿Queréis luchar contra el intrusismo? ¿De verdad queréis? Pues dejad ya las campañitas y haced lo que hizo este colegio que, al menos,  llevó ante los tribunales al interfecto. Y aunque la multa es simbólica y R.P.V. seguirá (y sigue) ejerciendo desde su ilegalidad, es mejor que poner carteles en las guaguas, gastar dinero de los colegiados en promoción de medios de comunicación, enarbolando el intrusismo como bandera sin luego actuar comprometidamente. El compromiso no está en el dicho, está en el hecho. Se echan demasiado de menos muchísimas más noticias de este tipo. ¡Eso si que sería luchar realmente contra el intrusismo! Sentando a todos los piratas en los banquillos.



Si queréis saber cómo empezar no tenéis más que utilizar internet para localizarles, pues los kisios andan por allí al alcance de la mano, justificando sus acciones en foros que dan puta risa leerlos, donde se desgañitan por explicar que son unos pobres incompetentes que aseguran curar esguinces. Y no decimos que no sean capaces de hacerlo, lo que decimos es que no pueden hacerlo ni ética ni legalmente. Juntaros los colegios de fisioterapia para hacer un frente común. Obligad al estado a asumir que estas competencias son exclusivamente nuestras. Eliminad cualquier tipo de formación de Quiromasajista o Kisioterapollas, ¿para que narices sirve eso?. Perseguid hasta el infinito a todas las escuelas de formación de magias y basuras, que estamos en el siglo XXI, joder.

Utilizad esos foros para quedar con estas personas, grabdales, acorraladles,  denunciad. Juntaros con abogados especializados que os permitan saber como eliminar la lacra de una vez. Gastaros nuestro dinero en algo útil de verdad y no en cartelitos,en comunity maganagers, en empresas externas para que realicen encuestas de satisfacción, o en rellenar revistas colegiales con recetas de comida, información turística cutre o los últimos avances en automovilismo. Dejad de vendernos la moto con que hacéis muchas cosas y ¡hacedlas de verdad! No digáis que no dais a basto y que necesitáis que denunciemos nosotros, no seáis tan cobardes y pongáis la pelota en nuestro tejado, nosotros trabajamos en clínica y nos quedamos sin tiempo y con sueldos de basura como para gastarnos el dinero en abogados y procesos judiciales. Es vuestra labor, vuestra tarea, dejad de escurrir el bulto. Os pagamos obligados para que nos protejáis. Entre los principales problemas de la profesión no está el intrusismo, éste sólo es uno más, pero si tanto os obsesiona y queréis hacer bandera de verdad de la lucha contra el intrusismo: actuad y dejaos de mierdas. Porque es mejor un país lleno de Lanzarotes que 17 colegios que no sirven para nada.



3 comentarios:

  1. Los colegios valen para enchufar a sus amigüitos y para irse de comilona a los congresos. Hay que exigir que sea voluntario colegiarse coño!

    ResponderEliminar
  2. Yo pienso que colegiarse es necesario pero las cuotas son exageradas en comparación al sueldo de un fisio. Al igual que los cursos, es ridículo cobrar eso teniendo un sueldo que no llega a mil euros, la profesión es bonita si la vives y te gusta, si hay dudas no se si merece la pena porque ea dura y no es valorada por lo que cuesta

    ResponderEliminar