martes, 21 de diciembre de 2021

La línea finita

Uno de los peligros actuales de las redes sociales es que cualquiera puede escribir cualquier cosa, manteniendo un pretendido estilo correcto y respetuoso, y dotarlo, gracias a la palabra, de cierta entidad o contenido válido para la parroquia. Si dicho texto, por más necio que sea, consigue el suficiente conjunto de palmeros, se verá catapultado a la posición de dogma poco cuestionable, tratando de evitar así el filtro del raciocinio de quienes, al leerlo, queden estupefactos por intentar camuflar bajo un aspecto cordial y saludable, una sarta importante de tonterías. De esto modo, y a pesar de estar viviendo en el siglo con mayor desarrollo intelectual hasta la fecha, seguimos aupando a personas que no nos ofrecen la posibilidad de pensar y salir un tanto del conformismo o el pensamiento único, sino que disfrazadas de libérrimos adalides de su estanca profesión, sólo ofrecen líneas rectas y finitas que acaban donde ellos quieren, e imaginan que el pensamiento es un complejo bucle del que no saben escapar y les aterra. Así pues, y dado que la fisioterapia es víctima lacerante de estas buenas gentes, a las que debemos llamar también compañeros, me permito compartir esta reflexión por si sirve de ayuda o reflexión a algún/a compañer@.