El debate sobre los números clausus se da, por tanto, como zanjado. ¿A quién puede habérsele ocurrido semejante gilipollez? Nos comenta un
- Nos la suda que el mercado laboral explote. Nos la suda todo, en general.- manifestó el Delegado del Gobierno para la Excelencia Universitaria.
El pasado fin de semana, en el marco de la celebración de Aula, lugar de encuentro para futuros estudiantes, donde pueden conocer las distintas titulaciones universitarias, los propios organizadores se vieron también sorprendidos. Ha superado nuestras expectativas. Los expositores de las facultades de fisioterapia estaban colmados de gente, dejando vacías el resto de las carreras. Se han vivido escenas dramáticas. La mayoría de los participantes querían inscribirse cuanto antes, aún sin tener nota en la selectividad, cosa que no supone ningún problema cuando hay dinerito por delante. La universidad privada valora sobretodo la excelencia monetaria.
Algunas declaraciones de los asistentes nos dejaron más tranquilos, el futuro de la fisioterapia está, por tanto, garantizado.
- Desde que me convertí en Ni Ni en el año 93 no había tenido muy claro mi futuro. Ni si quiera mi presente. Mi padre me decía, desde su alcoba del ala oeste de nuestro chalet especulador, que ni por asomo un Martínez de Haro como yo iba a acabar poniendo ladrillos o limpiando retretes. Como no me gustaba la empresa de papá, decidí que lo mejor era estudiar algo, después de ir a uno de esos colegios que pagas para que te aprueben el bachillerato, y unos tantos años más zanganeando y gastándome el dinero de mis padres, he decidido estudiar fisioterapia en La Universidad Católica de Valencia. Me alquilaré un chalet cerca de la playa y en 4 añitos, ala, ya soy fisio. Un par de años en Francia o disimulando que me tengo que scar las castañas del fuego y luego, otro empujoncito de papá y mi propia clínica. ¡Así contribuyo a saturar más aún el mercado!
Otra de las asistentes al evento, era más clara.
- Me interesa sobre todo la formación de posgrado. Quiero decir, hacer muchos cursos. Pienso que el grado en fisiotereapia nunca es suficiente y conviene formarse en todo. Da igual la temática, lo importante es pagar cursos de 2000 o 3000€, sobre técnicas que no sirven a nivel de fisioterapia. Después una misma se lo termina de creer y lo vende en su negocio como tal. Lo interesante también es poder tratar después todo con lo mismo. A eso me ayudan mucho los cursos que hacen las universidades, sin validez de ningún tipo.
La cuestión está clara, formación y sobrepoblación de fisioterapeutas son los ejes a seguir, como manda la lógica, para conseguir reducciones salariales en los convenios tan inflados, fomentar fisioterapeutas empresarios que hablen de marketing sanitario y liberalismo económico, en lugar de sanidad o salud. Es mucho más importante centrar los esfuerzos en convertir la fisioterapia en un modelo de negocio más que una ciencia de la salud. Crear clínicas, todas iguales, con los mismos nombres en sus escaparates, llenas de fisios jóvenes y modernitos, que cobren basura de la buena y que tengan mucha osteopatía en su haber, que como es bien sabido, consigue la curación de todo.
- Mi objetivo es sacarme el título para después hacer un posgrado y doctorarme. Quiero ser profesora universitaria, a ser posible sin tocar un sólo paciente, que eso resta pureza y realidad a mi vírgen formación. Mi labia hará mucho por mi, sonaré a experta sin tener ni puta idea de lo que es una persona en tratamiento, pero mi objetivo siempre será otro. Daré mucha formación, me forraré inventándome movidas que venderé como necesarias a los incautos que piquen, hablaré cientos de horas contando absolutamente nada...¡que idiotas! Lo mejor es que pagaran por escucharme, unas buenas presentaciones en .ppt y suficiente. Y después alcanzaré el cenit, rizando el rizo, y siendo formadora de formadores, es decir, daré cursos de formación para formar a otros para que den formación, dado que ellos no sabrán formar. ¿Suena raro verdad? Pues formaré a los formadores y posteriormente daré formación de formadores de formadores, estableciendo así un bucle infinito del que no podré salir jamás, ni aunque un día alguien pronuncie de pronto la palabra...FISIOTERAPIA.
Lo dicho es suficiente, seguiremos investigando.
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