miércoles, 15 de noviembre de 2017

Entrevista a Vicente Lloret: Pensamientos de fisioterapia actual

El fisioterapeuta de Valencia, Vicente Lloret, es un amante de su profesión que utiliza la cabeza para pensar libremente, algo que tanto se echa en falta hoy día. Sus criterios son claros, pero no deja de reformulárselos y debatir sobre el propio paradigma de la fisioterapia, para extender una idea más clara y menos confusa de lo que es. Este perfeccionamiento es su sino, enmarcado en el ámbito más privado, donde ejerce. Pese a la distancia ideológica que nos puede alejar de él, siempre nosotros más idealistas y radicales, hemos conseguido hacer arte de la sana discrepancia y conocer sus opiniones sobre ética, problemática de la fisioterapia actual o corbatas, y nos hemos sorprendido de saber que en algunas cosas, no estamos tan alejados.


1) Gracias por venir Vicente. Para empezar, podrías definirte profesionalmente, ¿cómo eres? ¿Cómo es esa fisioterapia en la que crees y que siempre te afanas por explicar?

Soy un afortunado que disfruta de lo que hace. Un fisioterapeuta que, laboralmente, reparte su tiempo entre clínica privada, consultoría y docencia. Para mí fisioterapia hay una, y fisioterapeutas malinterpretándola libremente, muchos. Demasiados. 

Si dividimos una "consulta" en partes, tendríamos: diagnóstico, tratamiento, recuperación de la función y prevención. La mayoría nos quedamos en los dos primeros puntos. Es más, mucha gente se queda solo con el segundo (porque es el que le gusta). Y pretender construir un gran edificio sobre unos cimientos de barro es un error de base (nunca mejor dicho).

Aplicar procedimientos (agentes físicos) en un supuesto daño patoanatómico en base a unos test ortopédicos o pruebas de imagen, no tiene sentido per se en base a la evidencia que disponemos en la actualidad. Somos los especialistas en el diagnóstico y tratamiento de las alteraciones del movimiento. 

2) ¿Cuáles son los males actuales de la profesión?

Sin lugar a duda los fisioterapeutas. Porque hemos fagocitado otras "profesiones" haciendo nuestra mucha pseudociencia que se aplica bajo el pretexto de que aportarnos competencias (como la nutrición ortomolecular, por ejemplo) que no tienen absolutamente nada que ver con el cuerpo de la fisioterapia y solamente confunden a los fisioterapeutas y a los pacientes. La libertad de mercado hace que todo valga y no hayan criterios de calidad por parte de muchas academias a la hora de dar respaldo o comunicación a una formación. Me parece necesaria la formación durante la carrera en pensamiento crítico y un enfoque mucho más centrado en la práctica clínica real, con docentes con experiencia en la práctica clínica real

Además, seguimos anclados en la "reacción", descreyendo el papel de la prevención y abandonado el ejercicio terapéutico, igual que se ha hecho con la terapia manual, porque somos un colectivo de blancos o negros. Obviamente si no ocupamos nuestra área de actuación profesional, vendrán otros a hacerse cargo. Y si no tenemos credibilidad en nuestra manera de proceder, es complicado que podamos transmitirla a otros profesionales sanitarios o a la población en general. 

3) Socio fundador de FSR...¿ Qué es FSR? ¿O qué fue? ¿Para que sirvió?

FSR es una asociación científica sin ánimo de lucro que se apoya en la inteligencia colectiva para aportar más valor a la marca fisioterapia. Pretendía hacer reflexionar sobre esa ausencia de espíritu crítico tan arraigada en nuestra profesión.



Algunas de las iniciativas sirvieron de inspiración a instituciones y colegios que las adoptaron porque las valoraron muy positivamente. 
A alguno le sirvió para conocer otra forma de entender la fisioterapia, que les había desilusionado (y alguno incluso se planteaba abandonar la profesión). He tenido la gran suerte de haber conocido en persona a varios y, solo por eso, todo el trabajo valió la pena sin duda. 
A unos cuantos les sirvió también para crearse un perfil troll, dejando aflorar su lado más hater y mejorar seguramente problemas de tensión. O no. 

4) En tu último artículo para la revista del Colegio de Fisios de Valencia, afirmas categóricamente que "un paciente es un cliente". Esto nos ha dejado preocupados, porque nuestra consideración es radicalmente diferente. Entendemos el concepto porque lo desarrollas claramente a continuación, pero, ¿no consideras ni por un momento que las ciencias de la salud no deberían tener una mentalidad tan empresarial?

Haría falta que matizaras ese "tan empresarial" qué quiere decir. Se suele asociar, de manera falaz: privado/empresa/falta de ética. Podemos hacer la lectura justo a la inversa. La falta de competencia te vuelve incompetente. La falta de objetivos en inmóvil. Si la pregunta entra en lo metafísico, ¿debería la salud ser un bien gratuito y universal? en ese caso, el paciente, seguiría siendo un cliente porque el tratamiento que recibe está siendo igualmente costeado, puesto que lleva asociado unos costes que necesariamente hay que cubrir. Creo, como dices, que la explicación queda clara pero no tengo inconveniente alguno en repetirla. A lo mejor el problema es el término y "usuario" es menos malsonante. 

5) Recientemente hemos debatido algunas cosas sobre la ética profesional, tratar con la máxima calidad posible en todos los parámetros de la actuación fisioterápica, es de buena ética, eso nadie lo pone en duda...Pero, ¿Qué hay de ese momento en que la necesidad primaria de supervivencia puede hacer saltarse a muchos fisioterapeutas su propia ética?

Yo no creo que todos los fisioterapeutas obren en base a un estricto código ético y moral. ¿Deberíamos? Sin lugar a dudas, pero hay gente con muchísima laxitud a la hora de tratar según qué temas. Soy de los que piensan que no se debe achacar a la maldad lo que se puede atribuir a la estupidez, y muchas veces es más falta de conocimientos, de saber qué es lo que hacemos o deberíamos hacer, que el afán de lucro a costa de los pacientes. Ante he comentado que trabajo también en el ámbito de consultoría, en Numér1ca. Hemos auditado muchos centros sanitarios de distinta índole y, la tónica dominante, es precisamente la contraria: propietarios que regalan sesiones, aplican descuentos que no han sido solicitados, que ponen el foco en la parte técnica...

Creo que a aquellos que obran mal se les ve de lejos. Hay excepciones, seguro, pero al que trabaja bien (y de nuevo, no hablo en ningún caso solamente de aspectos técnicos) suelen acompañarle los resultados. Hacer el cafre no solamente no garantiza la supervivencia sino más bien todo lo contrario. Y por eso es bueno que exista competencia, porque el que se queda atrás tiene que dejar paso al que se renueva y reinventa en pro del paciente/cliente/usuario. Aunque obviamente todos conocemos excepciones a la regla. 

6) Hablamos de prolongar pacientes innecesariamente, inventarse dolencias, generar efecto nocebo intencionadamente, la llamada "fisioterapia de mantenimiento" y un largo etcétera de argucias que sirven para crear una necesidad "mayormente innecesaria", valga la redundancia, desde el punto de vista ético y profesional. ¿Crees que existe este problema realmente o nos lo estamos inventando nosotros?

Volvemos al punto anterior. No creo que os lo inventéis, pero tampoco que sea endémico ni representativo de la fisioterapia. Es como plantear que todos los dentistas trabajan mal o abusivamente. O los médicos. O las enfermeras. ¿Hay casos? Seguro. ¿Muchos? No lo creo en ningún caso. Uno de los sectores con los que más trabajamos es el veterinario y, la práctica habitual es la que he mencionado antes: se regala muchísimo porque el foco está puesto en el paciente, la mascota. Y muchas veces el cliente queda en un tercer plano donde apenas se le presta nada de atención. A la hora de cobrar piensan directamente por los clientes y en cuanto el ticket asciende a más de 100 € se sienten en la obligación de tener que asumir un descuento por el trabajo realizado. Un despropósito. 

Una clínica puede ser tan buena realizando su trabajo como buena sea en su gestión, porque la formación, contratación de profesionales cualificados (y honorarios en consecuencia), adquisición de equipamiento, mejora de las instalaciones... solo es posible si el negocio es rentable. Si se regala el trabajo, si no se cobra por lo que se hace, los gastos siguen siendo igual de altos, y eso suele conducir, desgraciadamente, a lo que suele suceder generalmente en el sector sanitario: autosuficiencia. No es un negocio para forrarse a costa de nadie.



La situación más frecuente es justo la contraria. Pacientes que se sienten desahuciados porque después de una o dos visitas, todavía con síntomas y sin tener claro cómo van a evolucionar, el fisioterapeuta, con la mejor de sus intenciones, intentando evitar que el paciente tenga que seguir acudiendo a consulta, le satura con indicaciones para que sea capaz por él mismo de continuar con su tratamiento. Una formación de tendinopatías en diez minutos y para no sanitarios, para luego acabar con la mítica "y si eso me llamas" que el paciente suele entender como "pero mejor si no, que eres un marrón". 

7) Una pregunta sencilla, o puede que no. Si la fisioterapia se convierte en comercial, por necesidades del guión...¿Es ético considerar cliente a un paciente? ¿Lo es también en lenguaje público y hospitalario?

Cuando dices comercial entiendo que te refieres a la acepción "compraventa (o intercambio) de servicios (o bienes)". En ese caso, la fisioterapia no puede convertirse en comercial. Es comercial. En dos sistemas, uno público, que el usuario no paga en el momento que se le presta el servicio, porque lo hace mensualmente de su cotización, y otro, el privado, en que el usuario paga por la prestación del servicio, aunque puede hacerlo también en diferido...

Es por esto que un paciente es siempre un cliente a excepción de menores de edad o pacientes que requieran tutor legal. El que recibe el tratamiento suele ser quien lo paga. Entiendo por la insistencia en cada pregunta, que no estáis de acuerdo, pero no entiendo la connotación negativa que le aplicáis. No hablamos de "una ficha", "una historia clínica" ni "una rodilla". Hablamos de un cliente, que además es paciente, porque viene a recibir un servicio por el cual paga. Centrar la atención en lo que a mí, como terapeuta me preocupa, sin centrar la atención en lo que mi paciente, como cliente, necesita, es lo que habitualmente nos lleva al fracaso. Los pacientes no saben de fisioterapia. No saben si las PA's las ejecutas acorde a los cánones o si dosificas las progresiones de carga en base a la última evidencia disponible. Sus criterios de cara a satisfacción de expectativas son otros. 

Pero parece que cuando se habla de esto se piensa en una especie de conspiración maléfica para retener a los pacientes a pesar de no necesitarlo y en absoluto va por ahí. Tener en cuenta estos detalles es lo que hace que un paciente se adhiera al tratamiento, haga lo que le has pedido y en última instancia vuelva a pesar de no haber notado una mejora significativa entre la sesión primera y segunda porque el proceso necesita un tiempo.



Es parte del mismo proceso de fisioterapia. Nosotros trabajamos por y para nuestros pacientes, ellos son los protagonistas de su proceso de mejora y nosotros les acompañamos si ellos quieren y nos lo permiten. No se trata de vender peras a quien quiere limones. Se trata precisamente de saber quién peras y quién limones para tratar de ayudarle o remitirle.

La diferencia de las cosas suele estar en nuestras cabezas. Considerar el cuerpo como una suma de partes tiene sentido para estudiar, pero no a la hora de comprender cómo funciona realmente. Lo mismo con esas diferencias de blancos y negros que hacemos de público (bien), privado (mal), clínica (vendedor), hospital (sanitario)... De lo que se trata es de centrar nuestros esfuerzos en nuestro paciente, tratando de satisfacer sus expectativas... exactamente lo mismo da igual el ámbito. 

8) Muchos fisios consideran que el empleo de estrategias de marketing es un bien necesario para la profesión. Nosotros creemos que, aunque presentación y envoltorio son muy necesarios, educar a un fisioterapeuta en un lenguaje liberal dista mucho del lenguaje más humano y primordial que debería prevalecer. El dinero hace acto de aparición en el proceso y enmarrona toda la situación. ¿Discrepamos también en ésto?

Obviamente, no podríamos seguir más en desacuerdo. Para empezar, en el uso del término. Suele confundirse publicidad con marketing, segmentación. El primero hacer referencia a una forma de comunicación y el segundo al trabajo de minería de la base de datos para poder primero conocer a mis pacientes, sus necesidades y ofrecerles soluciones a medida, de nuevo, satisfacer sus necesidades. Eso es marketing. 

Yo admiro profundamente a la gente que dedicáis vuestra vida a ayudar a los demás a través de ONG's o de la forma que consideréis mejor. Asociar que exista una compensación económica por un trabajo realizado a perder el lenguaje humano, la verdad, no acabo de entenderlo. Y éste es sin duda un punto interesante en fisioterapia: cómo nuestros sesgos y creencias nos llevan a interpretar la realidad, llevándonos a malinterpretar que nuestra realidad es la realidad. Eso nos lleva desde a determinar tratamientos en base a nuestra formación en lugar de a las necesidades del paciente, a recomendarle que abandone el tratamiento porque consideramos que puede tener dificultades para costeárselo, sin preguntarle a él, sin tener en cuenta sus expectativas y pensando directamente por él. 

9) Vicente, con tanta universidad privada ofreciendo el grado en fisioterapia, salen fisioterapeutas como churros y la situación es precaria para muchos. No todo el mundo puede emprender. No todo mundo cree en ciertos dogmas. Pero todo el mundo quiere aprovecha sus estudios y todo el mundo tiene que comer. ¿Alguna solución para este asunto?

Numerus clausus. No tiene sentido saturar el mercado, porque lo que hace es que éste pierda valor. La universidad ha pasado de ser algo que empezaba muchísima gente y acababa muy poca, a algo que cualquiera, repito, cualquiera, sin mucha dificultad puede finalizar. Sería mucho mejor que acabara poca gente muy formada y cualificada que mucha gente. No pondría muchas dificultades para entrar o empezar, las pondría para acabar o salir. Igualmente exigiría formación continuada demostrable, de calidad. Todos tenemos muchos conocidos que desde que finalizaron la carrera no han vuelto a coger un libro ni por error. 

10) Por último, una pregunta que nos inquieta. Para trabajar que es mejor, ¿corbata o pajarita?

Depende del trabajo, sin duda. En clínica nosotros, por ejemplo somos más de polo técnico y chándal. Otros prefieren el pijama. Entiendo que depende de qué haces durante tu jornada, pero sin duda es otro de los aspectos importantes que se suelen pasar completamente por alto, porque no forma parte de la aplicación técnica (aunque he pillado la ironía, cabrones). 



Muchísimas gracias por subirte a la camilla Vicente, hoy el tratamiento estuvo más basado en los principios de la tortura, pero el fortalecimiento fue mutuo. 

Para todo lo demás podéis seguir a Vicente en su twitter: @villovi_fisio o su web: fisioterapiaesmovimiento.com

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