Fisioterapia, fin de tu carrera profesional

Bien. Has terminado el grado, o la carrera en su día. Has hecho 356 posgrados después, todos ellos prueban tu valía y perseverancia en la actualización de conocimientos fisioterápicos. Recientemente has terminado tu segundo máster...¡que coño máster! ¡Ya eres doctora! Enhorabuena, alcanzaste el cenit oficial, si bien siempre puedes seguir mejorando y mejorando, inventarte una técnica que creas útil (la demuestres o no) y convertirte en una suerte de Margaret Knott aventajada. En tu trabajo has conseguido la ansiada estabilidad, ya no tienes que andar mendigando de clínica en clínica, a ver si alguna te ofrece algún tipo de dignidad salarial mejor. Has dado cursos de formación, tienes curriculum docente y muy decente.Has trabajado también para la sanidad pública, las pocas veces que se han acordado de ti, porque, por desgracia, tú no eres una de esas enchufadas. Y, por eso de que no todo el mundo puede, tú no te has decantado por montar tu clínica, dónde tu jefe eres tú y nadie más.

Hasta aquí todo correcto. Pero de pronto un día, piensas que tu ambición va más allá y que tu sino no está íntegramente en la fisioterapia, tú deseas algo más. Algo que es legítimo. Tú deseas utilizar la fisioterapia como trampolín de impulso hacia una nueva meta, o, dicho de otra forma, deseas que tus conocimientos de base (y de postbase) como profesión sanitaria, puedan servirte para acceder a cargos importantes o a posiciones relevantes en el ámbito de la salud, o, incluso, por qué no, en el ámbito empresarial. Te has visualizado claramente, con 60 años no vas a estar levantando pacientes neurológicos. Seguramente tu experiencia y tu valían tengan muchas cosas que aportar en otros ámbitos. Este oficio es bonito pero puede resultar demoledor, y, a diferencia de otras profesiones, el fisio no parece destinado a ocupar rangos laborales de interés. ¿Que de qué hablamos? Es sencillo, tú querrías ser el responsable de salud laboral de una empresa importante, por ejemplo. O querrías ser un cargo importante en la dirección de un hospital general. O puede que te vaya a gustar que tu criterio como profesional de la salud pueda ser tenido en cuenta como parte de un equipo multidisciplinar, donde necesiten un perfil sanitario (no necesariamente fisioterápico), para poder realizar una tarea que nada tiene que ver con lo que estudiaste en un principio.

Pues bien. Detén tus sueños o aspiraciones en este momento, porque la realidad para el fisioterapeuta medio es muy cruda. Nos venden bien, y no deja de ser cierto, que la carrera tiene mucha salida. El problema es la falta de definición de la palabra salida, porque...¿qué es salida? ¿O cómo es esa salida? ¿Hay salida en fisioterapia?  Claro que la hay, bastante salida laboral...de mierda. Pero nadie te habla de la precariedad, de la necesidad de convertirte en un "falso autónomo" para poder ejercer con contratos mercantiles absolutamente denigrantes, o de que necesites enchufe para entrar a trabajar en la sanidad pública. Nadie te habla de bajos sueldos, de condiciones de mierdas, de fisios empleadores que explotan a otros fisios empleados. Nadie te habla de todas esas realidades, entre las cuales se encuentra el FONDO DE SACO laboral que existe. Porque si bien la fisioterapia te garantiza un trabajo de una determinada manera y en unas determinadas funciones, NO TE GARANTIZA ABSOLUTAMENTE NADA MÁS. Y aquel que quiera ascender en su trabajo, o pretenda llegar a una categoría laboral mayor, donde quizá le observen con algo más de respeto profesional, o donde puedas recibir emolumentos suficientes como para no pluriemplearse y dedicarse plenamente a una sóla cosa, se encontrará con una inexpugnable muralla que le impedirá mayores ascensos laborales.

¿Por qué sucede esto? Enumeremos los motivos.

1º Siempre, siempre, siempre...tendrás por delante de ti al médico, que como profesional global y más ampliamente formado que tú en el campo general de la medicina, será opción preferencial para cualquier cargo. Da igual que no tenga capacidad de mando, nulo conocimiento en la gestión de equipos de trabajo, nefasta capacidad de comunicación oral o cero asertividad, empatía o recursos de inteligencia emocional. Ni aunque hayas hecho un máster de gestión sanitaria estarás por encima de él.
2º Si entras a trabajar a un hospital, tanto público como privado, el máximo cargo al que podrías aspirar es a Supervisor de unidad Es decir, un ascenso en toda una carrera profesional. Tu criterio será ninguneado en cuestiones de más peso y el jefe del servicio siempre, siempre, siempre, será médico. Pretender llegar a direcciones, es una utopía, por delante de ti los médicos y también las enfermeras.
3º Si ingresas en una fundación/centro de día/asociación/residencia/ similares, siempre lo harás como fisio raso. Puede que con los años te den un puestecillo, pero se cuentan con los dedos los casos de fisios dirigiendo este tipo de centros. Antes preferirán psicólogos, trabajadores sociales, licenciados de otro tipo o incluso terapeutas ocupacionales.
4º En el mundo deportivo, siempre el jefe de servicios médicos del equipo será un médico
5º En cualquier empresa, que tenga fisio de empresa (que son poquísimas) entrarás para el tratamiento directo de los empleados. Olvídate de crear dinámicas, actividades, servicios de higiene postural o cosas similares. Olvídate de que te quieran para otra cosa, de ascender o similares...Para eso, el fisioterapeuta no existe.
6º Si trabajas por cuenta ajena para otra clínica de fisioterapia, normalmente pequeña, como mucho 3 o 4 trabajadores, 2 de los cuales son tus jefes...¿a donde leches piensas ascender?
7º Si trabajas en tu propia clínica, enhorabuena, ya eres el máximo jefe de tu baldosín. Ha terminado tu ascenso e importancia.
8º En la mayoría de los sitios en los que se requiere a un fisioterapeuta se le requiere para ser fisioterapeuta en el sentido más estricto de la palabra, no para que aporte desde su disciplina como parte de un todo. Su función clínica no debiera ser la única, pero la sociedad está enfocada en que ésta es su única tarea. Esa versatilidad que pueden tener médicos, abogados, psicólogos u otras profesiones todavía menos definidas, te ganarán por goleada cuando de algún puesto se trate.
9º Si a todo esto le sumas el hecho de ser mujer...DATE POR MUERTA LABORALMENTE.

En definitiva. Si ya has terminado la carrera, te informo desilusionadoramente de que ya has alcanzado tu máximo rango en tu empresa/hospital/cosa. Puedes esforzarte, si quieres, en ser un fisio mejor. Pero, si aceptas un consejo, hazlo únicamente por ti, porque laboralmente estás en un callejón sin salida, un callejón al que ya te condenaste sin saberlo cuando empezaste esta carrera.