lunes, 2 de enero de 2017

Propósitos fisioterapéuticos del nuevo año

De sobra es sabido que cada fin de año toca hacer balance de lo vivido durante el anterior (o durante la vida entera) y suele ser del gusto del personal lanzar algunas propuestas, que serán incumplidas en un 99% de los casos. La mayoría de las veces esto viene dado por una falta de planificación previa ante metas que resultan pretenciosas y elevadas, ello supone un inicio de las mismas voluntarioso y emocionante, para acabar con una terrible caída poco antes de que hayan pasado las dos primeras semanas de enero. Después, la rutina y el tedio se harán dueños de la situación, todo volverá a su cauce y sólo aquellos que de verdad se hayan planteado cambios profundos en sus internas estructuras, podrán ser llamados héroes, si finalmente los llevan a cabo.

- El 1 de enero aparco los vasos y me apunto a un gimnasio, os lo aseguro - dijo el genio. Poco después aceptó su cruda realidad.




Por eso de ser ilusos, y porque no tenemos ni si quiera la capacidad de hacer esos cambios, aunque quisiéramos, podemos aplicar el mismo criterio a la hora de hacer balance sobre la fisioterapia actual y, sin profundizar mucho en sus desgracias, ahondar en una serie de propósitos irrealizables que quedarían muy bien si los convirtiéramos en realidad. De hecho, de poder hacerse, mejorarían radicalmente nuestra situación profesional de un plumazo. En La Otra Fisioterapia nos hemos animado con este traumático postureo que puede ser tan cierto como doloroso de leer, así que recomendamos el más amplio de los sentidos del humor y la más honda respiración diafragmática.

PROPÓSITOS FISIOTERÁPICOS PARA EL AÑO 2017

- Conseguir un salario digno por nuestra profesión por cuenta ajena. ¿Es mucho dinero acaso pedir 2000€ netos por 40 horas semanales?

- Conseguir la equiparación con el resto de profesionales en el grupo A de retribución salarial de cualquier convenio. ¿Tiene sentido acaso que existan doctores universitarios de grupo B?

- Obligar a las mutuas y seguros sociales a establecer pagos justos por los pacientes que derivan a fisioterapia. ¿Existe algo de dignidad en pagar 3€ por paciente?

- Prohibir por ley la figura del falso autónomo y perseguir tanto a empresarios como a fisioterapeutas que acepten esta figura. ¿A alguien le parece normal este pitorreo?


- Convertir en pública toda la sanidad generalista, evitando que el sueldo que deja de cobrar el fisioterapeuta en hospital privatizado, vaya para el bolsillo del amiguete del político de turno, que gestiona tal o cual hospital.

- Establecer precios mínimos por paciente en el ejercicio privado de la profesión, y también precios máximos, ¿por qué no? ¿Hay algo de dignidad en coger pacientes a 10€/sesión? ¿Lo hay en cobrar 120€ sesión a un paciente neurológico con alto grado de dependencia y necesidad de fisio de por vida? -polotraverso suggestion

- Establecer númerus clausus en las universidad y prohibir a las universidades privadas la proliferación de miles de profesionales cada año que saturan el mercado, lo cual facilita los bajos precios y salarios, por tener la gente que verse obligada a aceptar condiciones penosas ante la escasez de empleo y el exceso de oferta de fisios

- Que cuando dos o más fisios realicen exactamente el mismo trabajo, cobren exactamente lo mismo. ¿Sorprendente? Pues pasa a diario.

- Luchar contra el intrusismo, pero luchar de verdad. No vale con poner anuncios en autobuses, o un par de tweets oportunistas. Perseguir con todos los medios o sin ellos a cualquier persona que vaya en contra y quiera pisar nuestra profesión, o aprovecharse de nuestros campos competenciales.


- Prohibir la absurda y autoimpuesta necesidad de "tener que tener Pilates u osteopatía" para contratar o que te contraten en una clínica.

- Prohibir a ningún fisio trabajar más de 8 horas al día, no se atiende a nadie bien, ni con el rigor, ni con la calidad, ni con la cabeza suficiente después de ese tiempo de trabajo, por muy superfisio que uno se crea.

- Favorecer la igualdad de oportunidades a la hora de poder acceder a puestos de trabajo público. Más méritos, menos enchufismos. Más transparencia, menos corrupción. Más oportunidades, menos cierre de puertas.

- Hacer un poquito (aunque sea un 1% más) de caso a la evidencia científica y un poco menos a la invasora magia que todo tratamiento rodea.


Dicho queda. Pretencioso e idealista a más no poder. Pero como hemos empezado con buen pie, vamos a ser generosos...¡nos conformamos sólo con uno de esos puntos! ¡A ser posible alguno de los primeros!


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