martes, 25 de abril de 2017

5ª frontera: Fisioterapeuta vs. Podología

FRONTERA COMPETENCIAL:
- Patología que curse con afectación biomecánica del pie y el tobillo
- Dolor
- Estudio de la marcha/pisada

INTRUSISMO:
- Tenemos infinitas dudas al respecto...

EXTRUSISMO:
- 100% cuando el fisioterapeuta manda plantillas


Fisioterapeutas y podólogos comparten un utensilio de trabajo: el pinrel, dicho en caló. Es posible que ambos estén de acuerdo en el punto necesario de higiene requerida a la hora de manejar esta parte del cuerpo, por una razón de ubicuidad, la terminación podológica resulta con frecuencia víctima de diferente concentración de efluvios y vinagrillos que, previa maceración, dan como resultado un inconfundible aroma para esta parte del cuerpo humano que los expertos se afanan en describir como de industria láctea en estado de fermentación. Sirva como primer paso este artículo para referir al paciente que lo lea, la necesidad de un buen frotado y acondicionado previo a la visita de uno u otro profesional, si con este material va a trabajar el afortunado.

En lo que no sabemos si encontrarán el acuerdo es en su campo de actuación sobre esta articulación, aquí la frontera se nos antoja estrechísima, pero no se escuchan habitualmente disputas en esta pequeña batalla, quizá sea por el muy menor número de podólogos existentes frente a la descomunal sobrepoblación inútil de fisioterapeutas de la que tanto hemos hablado. Es decir: la batalla la tendrían perdida de antemano. Pero el respeto mutuo es lo que ha de primar. En este blog hemos entrevistado a algunos profesionales doblemente titulados en ambas disciplinas y tampoco parecen referir nada sobre esta posible guerra.


De hecho, también, muchas veces fisios y podólogos comparten facultad, algo que quizá contribuya al hermanamiento, del mismo modo que médicos y CAFYDES lo hacen y claro, esto les lleva a confusión a los segundos, creyendo ser terapeutas o cosas similares...Pero sobre pies anda el asunto y sobre ello hablaremos. Así que contaré la anécdota de que estando un día haciendo una ponencia en la Universidad de Valencia (99% de contenido falso) me encontré en el turno de preguntas una mano alzada de una chica que cuando preguntó se presentó como podóloga. Había yo expuesto un vídeo de una marcha muy enfocado en cómo apoyaban los pieses, y me interrogaba hacia el infinito sobre cuál es la posibilidad real que podemos tener los fisioterapeutas a la hora de modificar el patrón y la pisada, cuando aquella joven infiltrada me preguntó si no me había planteado la posibilidad de que llevara plantillas. Sentí en ese momento un vacío existencial ante la respuesta que debía darle y traté en cinco segundos de repasar todo lo que yo había estudiado sobre plantillas durante la carrera, es decir, CERO. Claro, porque los fisioterapeutas no estudiamos eso, no somos podólogos, entonces no recurrimos a esas herramientas de correcciones pasivas y creemos en el poder de nuestra manos para, incluso, modificar propioceptiva y temporalmente una pisada. Bobath así lo asegura y en sus cursos, cuando el tutor hace una demostración con todo eso de la estrategia de tobillo, nadie rechista, a pesar de que luego no sirva para nada realmente...

Pero bueno, no hablemos de fisioterapia ahora. Hablemos de que entramos en un campo de doble manejo, pues, ¿por qué no va a poder dar solución el fisioterapeuta a estas cosas? ¿Y por qué no el podólogo? ¿Quién es el profesional adecuado para cada situación? ¿Puede un fisioterapeuta conocer y mandar plantillas? (Ojo que algunos lo hacen) ¿Puede un podólogo valorar la biomecánica del pie? ¿Cuáles son esas fronteras competenciales? Para nosotros ahora mismo, sólo hay un mar de dudas y más dudas.



LEGALMENTE

Antes de hacer las pertinentes valoraciones, una reflexión. No llegamos a entender muchas veces por qué existen profesiones enteras y carreras especializadas en una sola parte del cuerpo y otras partes del cuerpo y otras no. Por ejemplo odontología o podología. Cierto que pueden responder a un recorrido histórico, pero por desgracia nuestra perespectiva socio sanitaria siempre nos lleva a pensar que sólo es por pura cuestión de negocio. Al fin y al cabo, estos profesionales, si os fijáis, a penas están adheridos al sistema público y sus tratamientos, casi siempre, son de índole privada. Es cuestión de aplicar el sentido común, pues entendemos que igual un CODÓLOGO (especialista en el manejo y tratamiento del codo) no es necesario que tenga su carrera propia pero ¿por qué existe el podólogo y no el manólogo? ¿Por qué odontología dejó de ser una especialidad de medicina? Un día escribiremos un buen post sobre este insulto a la inteligencia sanitaria.

La famosa LOPS (Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias) recoge en su artículo 7d la profesión del podólogo, con el siguiente texto de muy amplia interpretación.

d) Podólogos: los Diplomados universitarios en Podología realizan las actividades dirigidas al diagnóstico y tratamiento de las afecciones y deformidades de los pies, mediante las técnicas terapéuticas propias de su disciplina.

Claro. ¿Acaso no lo hace también el fisioterapeuta desde las técnicas propias de su disciplina? Pues si algo está claro en todo esto es que lo que difiere a ambas profesiones es el abordaje de lo mismo. Los fisioterapeutas a día de hoy, por suerte, no utilizan fresas ni otros mecanismos, aunque al paso que va la profesión...¡quién sabe!

b) Fisioterapeutas: corresponde a los Diplomados universitarios en Fisioterapia la prestación de los cuidados propios de su disciplina, a través de tratamientos con medios y agentes físicos, dirigidos a la recuperación y rehabilitación de personas con disfunciones o discapacidades somáticas, así como a la prevención de las mismas.

De modo que según el mismo artículo de la LOPS, el fisioterapeuta puede interpretar un problema en un pie que curse con una disfunción y que requiera una rehabilitación, y hacer lo propio, sin que quede bien claro cual es la frontera.


¿Quién es el profesional más adecuado para valorar la biomecánica del pie? Ahora que muchos fisioterapeutas apuestan por el running para dar mayor salida a sus clínicas, se afanan en incluir estudios de pisada en sus locales, tal y como también hacen muchos podólogos. A veces también, trabajando de manera conjunta. Existen muchos ejemplos en la web de clínicas podológicas que aplican hasta la última teconología para evaluar todo esto. Y en esa valoración y tratamiento incluyen:

1.-Exploración en camilla. El especialista valora rangos articulares y musculares de tobillo, rodilla y cadera. También se realizan las pruebas necesarias para la valoración de la existencia de una posible dismetría (diferencia de longitud entre ambas piernas)

2.-Realización de test biomecánicos en bipedestación (de pie). Esos test nos permiten evaluar aspectos muy importantes como la elasticidad, tono muscular, activación de grupos musculares, etc.

[...]

Una vez realizado el estudio y analizando la actividad realizada por el paciente se valora la necesidad de realizar un tratamiento mediante plantillas, ejercicios de potenciación, estiramientos, etc.

¿Está capacitado un podólogo para valorar correctamente una cadera? ¿Conoce intrínsecamente todo lo que influye en la marcha? Entendemos que sí, porque esta evaluación forma parte de su competencia sanitaria. Lo que nos suscita más duda es si, éticamente es el profesional adecuado para realizar ejercicio terapéutico, estiramientos...por no hablar de manipulaciones y terapia manual que algunos hacen. ¿Cuál es la frontera?


Y el último interrogante sigue en la cuestión de las plantillas. Verdaderamente, ¿qué hacemos los fisios pautando plantillas? Hemos debido de pensar que, si los médicos ortopedistas lo hacen, ¿por qué íbamos a ser nosotros menos? ¿Tenemos realmente formación como para meternos en este jardín? Seamos honestos. Y aunque la tengamos, aunque hagámos hecho másteres en plantillas y similares...¿es éste nuestro campo de trabajo? ¿Es ésta nuestra forma de trabajar? Y una última cuestión, ¿tiene algo de ética profesional el hacerlo?

2 comentarios:

  1. Interesante post! Como dice el refran "zapatero a tus zapatos" nunca mejor dicho ;) En nuestra clínica contamos con un servicio de Podología en Galapagarpara ofrecer un servicio especilizado a nuestros pacientes y estamos obteniendo muy buenos resultados.

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  2. Amigo me gusta tu blog mucho, analizar objetivamente todos los temas como haces y tu sinceridad no es muy común en este nuestro mundo de la salud, cuando debería ser la norma. El Podologo es un profesional que recibe y diagnóstica de forma independiente como así esta estipulado por ley desde hace más 30 años. Un abrazo

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