miércoles, 24 de mayo de 2017

¿Suelo pélvico privado? NO, GRACIAS.

Resulta curioso como la palabra CLÍNica y la palabra CLIente poseen ambas el prefijo CLI que se asemeja a "CLIN", onopatopeya que se usa para representar el sonido de una monedita cayendo sobre el fondo de un monedero lleno. Es decir, la onomatopeya del dinero. Sin que esta curiosidad pase de lo que es, nos sirve para reseñar que en el afán expuesto del enfoque comercial que algunos (muchos) intentan darle a la fisioterapia, bien por necesidad laboral, bien porque no comprenden que sea ciencia de la salud, comienza a rozar lo ridículo y lo indignante a partes iguales. En este titánico afán por vender su clínica y su producto fisioterapéutico, cada fisio se las ingenia para llamar la atención de alguna forma, sin ni si quiera darse cuenta de que son casi todos iguales. Las clínicas privadas parecen clones unas de otras, así como lo que ofrecen, lo que ponen en sus webs y, por rematar, hasta exite el plagio decorativo y de mobiliario del Ikea con que intentan estimular los sentidos de sus clientes. El colmo de la estampita comercial se lo llevan ya algunos blogs como Emprender en fisioterapia donde el fisioterapeuta Joseph Sapiano muestra su enfoque ultra comercial de la fisioterapia, dando lecciones más propias de un empresario de marketing que de un profesional de la fisioterapia. Esta infección en todo caso nos parece peligrosa, trata de adoctrinar al fisioterapeuta en algo que no es ni debería ser jamás (y de lo que sólo es víctima del exceso de universidades privadas) y a la par intenta confundir al personal, dando muestras de la realidad paralela donde vive, con frases surrealistas e indignantes del tipo:

Todo indica de que no hay Fisioterapeutas en España que busca trabajo de Fisioterapeuta a domicilio... Que vuelvan los Franceses!!!!

Pero no es de esto de lo que venimos a hablar hoy. Hoy venimos a hablar del tratamiento de fisioterapia para las disfunciones del suelo pélvico. Una respuesta para muchas mujeres y hombres que han venido sufriendo durante años diversos problemas de índole silenciosa (incontinencias, debilidad, dolor, problemas sexuales, alteraciones sensitivas, prolapsos...) y que encuentran en ella una SOLUCIÓN REAL a su problema. Y es que la fisioterapia en suelo pélvico funciona, ¡vaya que si funciona! Es uno de los campos donde más puede brillar la profesión y ha permanecido oculto durante siglos, víctima (una más) de la pátina cristianófila que rodea a todo cuanto se hace en el mundo nuestro. Aún hoy, hablar de estos problemas supone un gran tabú, pero gracias al avance social ya se puede. Como una parte más de la salud, las autoridades sanitarias han empezado a ponerse las pilas y a incluir este tipo de tratamientos como otra parte de los distintos servicios de rehabilitación. Digamos que todo es muy mejorable, como siempre, pero por lo menos hay una respuesta institucional al asunto y, a día de hoy, en buena parte de los servicios de rehabilitación de distintos hospitales de las Comunidades Autónomas, comienza a darse este servicio.


¿Dónde está el problema entonces? Pues en lo de siempre, en el negosi. En eso, y en parte del desconocimiento que la gente tiene sobre esta y otras cuestiones. Está muy bien que por fin se haya dado respuesta a estos padecimientos, es comprensible que la actualización de conocimientos en fisioterapia uroginecológica haya dado como resultado la explosión de soluciones y ofertas. Ya se sabe que, cuando algo que tiene que fluir de manera natural, permanece mucho tiempo enconado, luego brota a raudales para empaparlo todo. Este ha sido el caso y...¡ojo! muy bien, porque la fisioterapia para el tratamiento de disfunciones de suelo pélvico no ha aparecido como una moda, como tantas y tantas otras en fisioterapia, si no como una cuestión de pura necesidad. El hecho de que haya penetrado en hospitales de manera prioritaria refleja la seriedad del asunto, cosa que no ha conseguido ni la osteopatía, ni miofascial, ni la madre que parió a Panete. Espera...¿o sí? La cuestión es que por este boom tan necesario ha surgido el negocio, tan innecesario. Aprovechando, precisamente, la desinformación del paciente al respecto y su necesidad de ser tratado, nuevamente, las clínicas han visto otra gallinita de huevos de oro, ésta más justificada que otras.

Son muchas las clínicas que se muestran especializadas en ello, o que ofrecen entre sus servicios fisioterapia para el suelo pélvico, pues cuentan entre sus filas con alguna fisio (el 99,9% de las veces mujer) especializada en esta materia. Las primeras suelen extender un extenso catálogo de servicios y lo asocian a una "fisioterapia para la mujer" donde incluyen todo tipo de cosas que puedan vender a sus clientas, desde pre-partos, post-partos, lactancias, ejercicito terapéutico, etc...hasta el consabido suelo pélvico. Todo ese muy buenamente favorable cuidado para el sexo femenino es algo que se ha venido echando en falta desde que Noé sacó su arca, pero hacer de esta importante disciplina un negocio, nos sigue estancando en la distracción principal del tema. la fisioterapia debe penetrar en lo público con infinita más fuerza de la que lo hace y, resulta peligroso que no suceda y que, mientras tanto, la necesidad la haga campar a sus anchas por lo privado. La desinformación de los pacientes es tan grande, que ni si quiera saben que TIENEN DERECHO a recibir estos tratamientos por vía pública y que DEBEN RECLAMARLOS. Y como no lo saben, y estamos muy hartos de que la sanidad sea un puñetero negocio, en La Otra Fisioterapia intentaremos arrojar luz sobre ello mediante el siguiente manifiesto:

Estimado/a paciente,

Si tienes algún problema o disfunción en tu suelo pélvico has de saber lo siguiente. La SANIDAD PÚBLICA ofrece valoración y tratamiento para este tipo de problemas y los ofrece de manera GRATUITA. Bueno, gratuita no, eso es un decir. En realidad esos tratamientos los estás pagando tú y muchísimos otros contribuyentes a través de TUS IMPUESTOS. Es decir, tu pagas por cosas POR LAS QUE TIENES DERECHO. Evidentemente el asunto aún tiene que mejorar, pero tú ya puedes ser tratado en HOSPITALES PÚBLICOS de problemas de este tipo. Hablamos de problemas de UROLOGÍA, GINECOLOGÍA y OBSTETRICIA, DOLOR PÉLVICO CRÓNICO, PROLAPSOS, DEBILIDAD MUSCULAR, INCONTENCIÓN, COLOPROCTOLOGÍA, SECUELAS ONCOLÓGICAS, REEDUCACIÓN PELVIPERINEANA, etc. Todos estos problemas son susceptibles de valorarse y ser tratados por una fisioterapeuta capacitada.


Entonces, esa clínica que has visto por internet o en tu barrio, que ofrece estos tratamientos, TE VA A COBRAR POR LO MISMO A LO QUE TIENES YA DERECHO. Y te va a cobrar caro, porque la fisioterapia, por desgracia, no es barata. Pero ten por seguro, que NO EXISTE NINGUNA DIFERENCIA entre esa clínica y la sanidad pública. Lo que te ofrecen, no es mejor, solamente está vendido de un modo comercial y bonito. En muchos hospitales se trabaja con los mismos aparatos, técnicas, tiempos y garantías que en cualquiera de esas clínicas. Por supuesto es mejorable y, las listas de espera son a veces demasiado largas, PERO NUESTRO CONSEJO ES QUE NO PAGUES por un servicio exactamente igual que tienes ya pagado, sin saberlo. Porque...¿a que ésto no lo sabías? Seguramente ni si quiera sabías que existe la fisioterapia pública, porque todo lo que ves son clínicas privadas, como si fuésemos dentistas...¿Terrible desconcierto verdad?

Así que, si nos quieres echar una mano como profesión, te pedimos que, en lo posible, NO VAYAS A TRATAR TU SUELO PÉLVICO A CLÍNICAS PRIVADAS. Tenemos las mismas buenas profesionales o más en la pública. Ayúdanos a conservar lo que es de todos. Reclama una fisioterapia pública, universal y gratuita. Tienes y tenemos derecho todos. 

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