-1) Administración pública da XXXX€ para gestionar un hospital a una empresa de amiguetes, que, supuestamente ha ganado un concurso de forma justa.
-2) Las bases de dicho concurso suelen resumirse a OBTENGA EL MÁXIMO RESULTADO CON EL MÍNIMO COSTE para nosotros.
-3) Cuando ya tiene el hospital privatizado (construido con dinero público) en su poder, se da cuenta de que el hospital no es una empresa que produzca beneficios, al contrario, sólo genera gastos. El único beneficio posible es la salud. Además, se da cuenta de que algunos tratamientos, mantenidos en el tiempo, son excesivamente costosos.
-4) Cómo el empresario que dirige esa empresa sólo tiene mentalidad empresarial, transforma al paciente en cliente y se inventa que "le vende un producto llamado salud"
- 5) Pero como no tiene forma de cobrarle por esos servicios (porque ya están pagados previamente), sólo puedo obtener beneficios si al dinero que le da Papá Estado cada año, le reduce los gastos.
- 6) ¿Cómo reduce los gastos? Muy sencillo. RECORTANDO...sueldos, material, personal...etc.
- 7) ¿Cómo aumenta beneficios? Pues sobre inflando el hospital de los pacientes que le interesan, para dar una imagen de gran funcionamiento y prescindiendo de los que le suponen mucho gasto y son poco rentables, los cuales deriva a los hospitales públicos, sin ningún tipo de contemplación. Esto genera un efecto llamada, apoyado por las derivaciones encubiertas, que hace que el hospital aumente la demanda de esos pacientes que le interesan. Acto seguido, la empresa que gestiona ese hospital, pide más dinero a Papá Estado quien ve justificados motivos para dárselo.
Este tipo de agravios comparativos, sucede por ejemplo en la ciudad de Móstoles (Madrid), que tiene 2 hospitales. El primero, más antiguo y 100% público está viendo como esos pacientes "guays" son derivados por sistema al Hospital Rey Juan Carlos, que tratan de vender como hospital joven y molón, y que es 100% privatizado. A su vez, los pacientes menos molones y que más gasto hacen, es decir, los de larga estancia, se van quedando en el público, hasta el punto de que el inepto Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, ya no se esfuerza ni en ocultar lo que es una evidencia: crear 130 plazas para pacientes crónicos en el público y 0 en el privatizado. De este modo concede a la empresa lo que pide.
¿Y cómo afecta esto a la fisioterapia? Pues lo veremos de un modo sencillo.
-> En el hospital público, un fisioterapeuta en una jornada completa, puede dar tratamiento en torno a 14-15 pacientes (en algunos casos más en otros menos, dependiendo). Digamos que de media posee 30 minutos por paciente. Además tiene un tiempo que puede destinar a su trabajo más burocrático.
-> En el hospital privatizado, el fisioterapeuta está tratando entre 25-27 pacientes por esa misma jornada y sin tiempo burocrático. Unos 15 minutos por paciente. Un trabajo cada vez más similar a mutuas.
-> En el hospital público el paciente todavía recibe un tratamiento mejor, en unas instalaciones seguramente peores. El fisioterapeuta le atiende en condiciones todavía. Los costes, sin embargo, son iguales para sanidad.
-> En el hospital privatizado, con menos tiempo y más prisas, la calidad es eminentemente peor. Pero el hospital privatizado presiona a sus empleados fisios para que les pidan a los pacientes que rellenen agradecimientos al servicio y cuestionarios de calidad, que dan resultados irreales (9,9/10 por ejemplo). La percepción de la calidad del servicio es siempre mayor.
-> En el hospital público el fisioterapeuta cobra, aproximadamente, 400€ - 600€ más al mes que en el privatizado.
-> En el hospital privatizado el fisioterapeuta cobra, aproximadamente, 400€ - 600€ MENOS al mes que en el público. ¿Adivinad donde va ese dinero que deja de cobrar el fisio por su trabajo? Sí. ¡He ahí la rentabilidad! En el hospital privatizado el fisio TRABAJA MÁS Y COBRA MENOS.
-> Con el mismo dinero público y dependiendo de donde viva, o donde elija, el paciente es tratado con mayor o peor calidad. Es decir, paga por un mismo servicio y puede recibir una cosa u otra. En pocas palabras... ¡ESTAFAMOS AL PACIENTE QUE NO SE ENTERA!
- > El último grito en la fisioterapia privatizada está en ESTIMAR ALTAS al paciente después de 10 sesiones. Es decir, un trabajo cada vez más parecido al de las mutuas y seguros sociales, tan altamente criticados. E incluso se da el fenómeno de la PREALTA, donde el paciente casi ni es evaluado antes de salir del hospital. ¿Quién dijo clínica? ¿Quién dijo salud?
-> Y la gota que colma es la "compra" de listas de espera de PREFERENTES por parte de hospitales privatizados. El paciente recibe una POCO MISTERIOSA LLAMADA en su teléfono móvil citándole para tratamiento mucho antes de lo que le habían dicho en el hospital público, donde tenía que esperar tres meses. Eso sí, tiene que irse hasta el hospital privatizado a realizarla. Pero claro, la sensación de atención y prontitud en la respuesta es lo que le hace quedarse al cliente paciente con ese alto grado de satisfacción que luego anotará en el cuestionario pertinente. En ningún momento el paciente caerá en la cuenta de que ESTÁN COMPRANDO SUS DATOS PERSONALES CON DINERO PÚBLICO. Todo muy bien estudiado y masticadito. Como para tontos y para que la gente no piense. Está recibiendo una fisioterapia de peor calidad y siendo tratado como ganado...pero oye...¡Y LO BIEN QUE ESTÁ EL NUEVO HOSPITAL DE MÓSTOLES!
Después los datos serán concluyentes. El nuevo hospital mostrará números superiores al viejo. Lo venderán como una demostración de que la gestión privatizada es más efectiva y, a su vez, un éxito en lo económico pues reduce gastos. Y venderán esta mentira hasta la extenuación, dado que no se espera que la gente razone todo ésto algún día. Chapó.
No te das cuenta del bien que haces escribiendo todo esto. Este blog es un puño lleno de verdades y lo que da lástima es ver que los fisios no lo apoyen ni lo compartan, yo ya tomé un camino distinto a la fisioterapia pero los profesionales que están ahí deberían ser más críticos y juntar fuerzas como hicieron otros colectivos para luchar por sus derechos, si no las cosas no cambian ni van a cambiar
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu comentario y apoyo. ¿Eras fisioterapeuta y dejaste de serlo? Nos interesaría conocer tu testimonio. ¿Podríamos hacerte una entrevista? Si estás dispuesto/a escríbenos a laotrafisioterapia@gmail.com
ResponderEliminarMuchas gracias!
Como fisioterapeuta frustado y desencantado,tambien me interesa conocer esos otros derroteros...
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