lunes, 27 de marzo de 2017

Las distintas generaciones de fisioterapeutas: Tercera hornada

Pasado el efecto 2000, los estudiantes que se matriculaban en los estudios de fisioterapia a partir de 2002, 2003,2004, etc; lo hacían ya sobre una diplomatura consolidada, que había dejado de ser joven para convertirse en una realidad establecida. Estudia fisioterapia, decían, estudia mucho, es una carrera con un gran futuro. ¡Y además es cortita! Posiblemente estos trasnochados Nostradamus poco habían advertido los cambios cuasi-mundiales que sucederían a partir de 2007, pues por entonces, esta disciplina sanitaria estaba muy en boga y era ya, servilmente vendida en institutos y colegios de todo el país, como la panacea de lo terapéutico, sin que los pobres bachilleres supieran si quiera de que iba. La cosa es que sonaba, por entonces, mejor que enfermería e incluso más prometedora que medicina...¡Vivir para ver! Habiéndose aupado al primer puesto de las notas de acceso universitario, gracias a ese boca a boca y a la antigua demanda de empleo público en el sector, la fisioterapia había llegado a su primer punto de colapso, pero nadie advirtió a estos muchachos el día en que formalizaron su prescripción. La ostia fue, por tanto, notable.


La tercera hornada de fisioterapeutas es la primera generación desgraciada y que comenzó a padecer las consecuencias de una sobreoferta de estudios universitarios en esta disciplina, propiciada principalmente por las numerosas universidades privadas que proliferaban ya a sus anchas en un negocio que aún perdura y resulta estable a día de hoy. En esos tiempos todavía podían verse muchos estudiantes peregrinos de otras comunidades, que no tenían otra que viajar a donde se ofertaban sus soñados estudios, pero estos fueron desapareciendo paulatinamente con los años. Esta generación de fisios tiene algunas características comunes.

- Cuando iniciaron sus estudios, conceptos como "miofascial", "suelo pélvico", "pilates", "diatermia", "osteopatía" etc, a penas eran mencionados por sus formadores, y cuando terminaron, parecía no existir otra opción terapéutica para poder integrarse laboralmente.
- Creyeron siempre que estaban poco formados para trabajar, un concepto que ya de base les inculcaron en la universidad, donde encontraron profesores que les negaban conocimientos, alegando que dicha formación se veía en el postgrado ¿en qué posgrado?. Esto les generó una cuasi-obsesiva necesidad de realizar miles de cursos de posgrado para estar a la última de todo lo último, en un bucle que ha durado años.
- Empezaron una carrera que les prometía muchas salidas laborales con buenas condiciones y al terminar se dieron de bruces contra el paro, las malas condiciones y el inicio de la proliferación de supuestos legales no muy claros (trabajo en negro, falsos autónomos...)
- Se manifestaron como protagonistas para la adaptación al grado del plan Bolonia, luchando por ampliar a 4 años los estudios de grado, a pesar de que a ellos ya no les afectaría, sino a generaciones posteriores. Dicha lucha, cargada de sentido en un principio, les dejó posteriormente en una situación de incertidumbre al quedarse en una especie de limbo legal, sin poder adaptar su título de diplomado automáticamente a grado (ha habido quien ha pagado mucho dinero para ello) y sin saber para qué ha servido, todavía a día de hoy, esa ampliación, que no ha supuesto mayor reconocimiento profesional, laboral, económico o, incluso, curricular, con tanta y tanta formación desviada interesadamente a cursos y posgrados.
- Cuando comenzaba a cundir la desesperación, surgió de la necesidad un invitado desesperado que es casi común a esta generación: Francia. El país galo, ofrecía salida a los fisioterapeutas españoles..y que salida!


Habría que dedicar varias entradas para hablar de lo que supuso (y supone) Francia para los diplomados españoles en fisioterapia, pero quizá todo puede resumirse en una simple frase: " Francia vino para salvarnos el culo". ¿Cómo explicarlo? Como si de un milagro se tratara, aquella generación, nativa digital, comenzó a utilizar nuevas herramientas de búsqueda de empleo, sobre todo cuando fallaba el enchufismo u otras vías de acceso similares. Y ante la falta de ofertas y la precariedad, internet fue la válvula de escape. Todavía no existía la sobre-población de clínicas privadas posterior y encontrar un trabajo decente era una tarea casi imposible. En aquellos tiempo, los foros temáticos eran lugares a los que acudir para buscar consejo, trabajo o desesperación, y los relacionados con fisioterapia hicieron también acto de presencia. Fisionet (que se describe a sí mismo como el foro decano de la fisioterapia en España) y, sobre todo, Efisioterapia (con ese toque de modernidad que le daba la letra E y que todavía conserva su aspecto viejuno) albergaban sonados debates entre los fisios de la época, que aunaban impresiones sobre la situación que les había tocado vivir, sin todavía creérselo muy bien y aún dando puertas a la esperanza. Y en realidad, la única esperanza que tenían era Francia. Porque en esas mismas páginas webs, así como a través de universidades, iban llegando suculentas ofertas de trabajo en el país vecino, que dejaban a la altura del betún a la basura de condiciones que encontrábamos aquí. Hablamos de que algunas ofertas ofrecían sueldos de entre 3000-4500€ al mes, algo que no se ha visto ni se verá aquí jamás en siglos de siglos.

Francia se convirtió entonces en el nuevo caladero de trabajo para los fisios españoles, sobre todo los de esta tercera hornada y posteriores. El sistema de salud francés recoge varios factores fundamentales que hacen posible que trabajar allí como fisioterapeuta, todavía sea digno:

-          - Valora al fisioterapeuta (le kiné) como es debido. Lo sitúa prácticamente a la altura del médico, el respeto hacia la profesión es absoluto.
-          - Los sueldos van en consonancia con ese respeto a la profesión, algo muy suculento y que hace que uno se sienta bien después de haber estudiado la carrera.
-         -  Sostiene un sistema universitario que impide la proliferación masiva de fisioterapeutas, gracias a números clausus y otras medidas, y que incluso hace que necesiten importar mano de obra. Ello permite que el fisioterapeuta se integre rápidamente en el sistema.
-          - Tiene un sistema de salud público muy fuerte y en el que cree, fervientemente. En Francia la seguridad social cubre hasta la balneoterapia.



En nuestra contra, podríamos decir que tenemos un país mucho más gris y aburrido que el nuestro, aunque según como uno lo interprete, claro está. También, que la ambigüedad de la osteopatía y la osteomagia, campan a sus anchas por la Galia. Muchos de los fisios a los que nuestro país costeó sus estudios, así como otros cuyos padres lo hicieron, son ya fisioterapeutas de Francia que jamás regresarán, o puede que sólo cuando se jubilen. Palpan la realidad de aquí y saben que están mejor donde están, a pesar de la distancia. Se cuentan por varios miles ya los que residen, sobretodo en la franja sur. Aunque en aquella época, la de la tercera hornada, la mayoría de los fisios se marcharon para después regresar, en una especie de viaje de ida y vuelta, una experiencia erasmus post-universitaria…Después el tiempo les diría que no había otra cosa mejor, y muchos re-regresaron, huyendo de la axfisiante precariedad nacional.




Y aquella burbuja enorme que parecía iba a explotar, no lo hizo gracias a Francia. Sin embargo, la fisioterapia no aprendió de sus errores y siguió cometiendo y potenciando los mismos, haciendo que de nuevo de hinchara la pompa. El negocio de la formación estaba ya consolidado, por todo el país florecieron los gurús que enseñaban cosas, daba igual, lo que fuese, fuera fisioterapia o no, pero todo valía, porque el mensaje de que el fisioterapeuta no estaba lo suficientemente formado, caló profundamente en todas las generaciones, que se lo creyeron, y comenzaron a huir en desbandada del pensamiento crítico racional. Comenzaron a repoblar universidades y escuelas. Era imprescindible tener 3 o 4 posgrados, un D.O. Osteopatía o afiliarse a alguna secta de neuro. Cada cual con su tema… El mercado estaba copado, no dejaban de salir cada año fisios y más fisios de las universidades privadas y de pronto, de Francia empezaron a llegar menos y peores ofertas, se acababa la gallina de los huevos de oro. Todo lo que había crecido tanto estaba a punto de estallar, la próxima generación todavía no lo sabía, pero le iba a tocar vivir el BOOM de la fisioterapia.

1 comentario:

  1. Hola amiga no estas sola,yo me siento totalmente igual que describes siento que soy un mal fisio a pesar de mis 12 años de experiencia,por mas que trato no "siento" tensiones,ni puntos gatillos ni cosas extrañas que todo el mundo dice sentir y notar,me siento indefenso y debil ante un paciente porque la mayoria de las veces no se que tiene,ni que remedio poner mas que amasar pan a modo de masaje engañandolo que esto es maravilloso,y no he hecho osteopatia tampco,si otros cursos como terapia manual,deportiva y y lo que quieras pero a la practica ninguna tecnica me funciona,siento que engaño a la gente y que todos los que se tiran el pegote de que hacen cursos son unos vendehumos que te acaban tratando el higado o que tomes agua con limon para alcalinizar elncuerpo,,,,pues eso me siento como un autentico inutil y debo ser muy cortito porque aunque mis pacientes acaban mejorando un poco no termino nunca de curarles.Cada vez soy mas de la opinion de que el cuerpo se cura solo y nosotros le ayudamos peri no creo que mis manos hagan nada de especial,este trabajo es una autentica MIERDA,y lo del cuerpo ya es de traca,me duele la rodilla,el cuello,las manos,los hombros...por mas q trato de cuidar la postura y nadie me entiende cuando digo que yo no puedo aguantar a este ritmo x mil putos euros hasta los 65 xq antes he petadl seguro.ya no hablo de las condiciones laborales porque todos lo sabemos lo que hay pero sin duda lo mio no es vocacional a quien voy a engañar pero ya despues de haber superado mis estudios quise ir a por todas peri la realidad es bien distinta mas alla de que todos decimos las mismas estupideces que ni nosotros mismos nos creemos ni siquiera sabemos o al menos hablo por mi con tal de justificar al paciente la pasta que se deja en plan:"esta sobrecargado" esta acortado""es la sacroliliaca" "mirate las rodillas o el piesi te duelela espalda igual te viene de ahi el dolor" "tienes que estirar mucho mas"esas son las mas normales por ni habalar de los vendehumoa de que esto es del higado o toma flores de bach o tienes rotada una vertebra...en fin os pasa eso?animo amiga no eres la unica

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